Con el auge del coronavirus también han surgido peligrosos remedios caseros que defienden que ayudan a combatir el virus, a pesar de que las autoridades sanitarias ya hayan alertado de que no existe ningún remedio "milagroso" para ello.
Aún así, todavía hay gente que confía en este tipo de remedios que se propagan rápidamente por las redes sociales y que generan desinformación. Es el caso de la familia de un niño de cinco años en Neuquén, Argentina.
El pequeño contrajo el coronavirus y los padres, asustados, creyeron que lo mejor para él era administrarle dióxido de cloro para que pudiera superarlo. Nada más lejos de la realidad. Esta sustancia es muy peligrosa y acabó provocando un paro cardiorrespiratorio al menor que derivó, finalmente, en la peor de las noticias: su fallecimiento, según recoge TVN.
Los sanitarios le realizaron las maniobras de reanimación pertinentes pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. Al tratarse de una muerte por intoxicación, la Justicia investigará lo sucedido y podría llegar a juzgarse a los padres por la muerte del pequeño.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha alertado de que no existe evidencia científica de ningún tipo de que las soluciones de dióxido de cloro y de clorito de sodio (MMS) sea eficaz para el tratamiento o prevención de la COVID-19, ni de ninguna otra patología; y, además, su consumo supone un grave riesgo para la salud.
Por tanto, "no se recomienda su consumo en ningún caso". Esta alerta se produce después de que, recientemente, el Instituto Nacional de Toxicología de España ha informado sobre varios casos de intoxicaciones causadas por el consumo de dióxido de cloro. Todas estas sustancias tienen una acción oxidante fuerte, y su consumo directo en esas condiciones puede producir dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y metahemoglobinemia.
A nivel internacional, diferentes autoridades sanitarias han alertado de los riesgos para la salud del consumo de este producto y sobre la ausencia de pruebas de su utilidad terapéutica: La FDA estadounidense, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Therapeutic Good Administration (TGA) australiana, etc.
Las autoridades sanitarias canadienses (Health Canada) emitieron una alerta rápida en mayo 2010, en la que se informaba de efectos adversos graves en 6 casos, tras el consumo de este producto; tras esa alerta inicial, Health Canada ha emitido otras notas sobre actuaciones contra este producto.
También la autoridad competente de Alemania, BFarm, advierte sobre la consideración de medicamento ilegal e informa de los riesgos asociados a su consumo. Recientemente, el Instituto Nacional de Toxicología de España ha informado sobre varios casos de intoxicaciones causadas por el consumo de dióxido de cloro.
"Desde la AEMPS somos conscientes y comprendemos la necesidad e inquietud de enfermos y familiares por encontrar soluciones a sus padecimientos, pero el uso de estos productos no sólo no reporta beneficios, sino que pueden suponer más complicaciones", señalan, aconsejando seguir siempre las recomendaciones de sus Profesionales de la Sanidad y tomar las medidas necesarias para evitar el contagio de manos: usar adecuado de mascarillas, mantener la distancia social y el lavado de manos regular.