Una niña de tan solo 5 meses de edad ha muerto después de que sus padres le diesen una bebida preparada que combinaba varios ingredientes como la sangre de tortuga de hicotea desde el convencimiento de que ello podía prevenir diversas enfermedades como la provocada por el coronavirus: la COVID-19.
Embaucados por un supuesto brujo de origen haitiano, y presos de la ignorancia y el temor al contagio ante la pandemia del coronavirus, que se expande ya por al menos 216 países tras dejar más de 5,4 millones de casos y más de 343.500 muertos, los padres no solo dieron la bebida a la pequeña, sino que tanto ellos como otra de sus hijas, de solo 7 años, la consumieron bajo la esperanza de “protegerse” contra las enfermedades y el denominado “mal de ojo”.
Todos ellos hubieron de ser ingresados en el Hospital Rosa Duarte, en Comendador, en la provincia de Elías Piña, en la República Dominicana, país en el que se contextualizan los hechos. Tanto los progenitores como la niña de 7 años se encuentran ahora “estables”, pero la más pequeña llegó ya muerta al centro hospitalario, como ha contado a EFE la directora del hospital, Dahiana Vólquez, quien ha precisado que el suceso se produjo durante la noche del pasado domingo, aunque se ha dado a conocer ahora.
La tragedia, no obstante, no pilla por sorpresa a la República Dominacana, donde han sido ya centenares los que, ya sea por ignorancia, por miedo o por engaño han recurrido a determinadas bebidas o productos creyendo que podía protegerles del coronavirus y otras afecciones. De hecho, hay quien vilmente y sin ningún tipo de remordimiento intenta aprovecharse precisamente de la vulnerabilidad y la precariedad de algunas personas que caen en la trampa de creer que les van a proporcionar unos remedios que en realidad, no solo es que no sean tal, sino que son peligrosos para su propia vida.
En este sentido, en la República Dominicana ya ha habido 177 personas que han muerto desde abril por el consumo de clerén, una bebida alcohólica de fabricación casera y clandestina que estaba adulterada con metanol. Las víctimas, igualmente, pensaron que podría protegerle del coronavirus.
De bajo precio y con un consumo extendido en la frontera dominico-haitiana, el clerén es un destilado de caña, pero su forma adulterada y la oleada de muertos terminó por obligar, incluso, a que las autoridades organizasen redadas y operativos contra los locales dedicados a la producción y la venta de esta bebida.
Por su parte, en total, en Republica Dominicana se han registrado ya 15.264 casos de coronavirus y se contabilizan 468 muertes. En Haití, esas cifras se sitúan en 1.063 y 31 respectivamente.