La ciudad china de Hangzhou introdujo los códigos de salud para ayudar a combatir la propagación del COVID-19. Pero ahora parece que dichos códigos podrían sobrevivir al virus, toda vez que los residentes de la localidad han sido calificados y clasificados según su estado de salud.
Por ello, ahora está buscando dar un paso más y rastrear el consumo de tabaco y alcohol. En una reunión celebrada por la comisión municipal de salud de Hangzhou, funcionarios locales propusieron un sistema de código de salud actualizado que integra datos de registros médicos, exámenes físicos y "gestión del estilo de vida". Los nuevos códigos de salud se basarán en datos relacionados con el estilo de vida, como cuánto bebe, fuma y hace ejercicio una persona todos los días. No está claro cómo se evaluarían, pero si el sistema de código de salud existente es una indicación, podría basarse en información enviada por el usuario.
En una simulación del sistema propuesto, un usuario obtendría cinco puntos por caminar 15.000 pasos en un día y un punto por dormir siete horas y media. Pero perderían un punto y medio por beber 200 mililitros de baijiu, un popular licor chino ardiente, y perderían tres puntos por fumar cinco cigarrillos.
La cuenta resultante se incorpora a un puntaje de salud que genera un código QR con un color y una clasificación correlacionados. Los colores más cercanos al verde indican puntuaciones más altas, mientras que los colores más cercanos al rojo son más bajos.
La propuesta también incluye códigos de salud para organizaciones, incluidas empresas y barrios. Estos se generarían en función de los hábitos de las personas en la organización. Por lo tanto, un código de salud de la compañía se basaría en parte en el tiempo promedio que los empleados pasan durmiendo y haciendo ejercicio, según un ejemplo que se muestra. También tendría en cuenta el porcentaje de empleados que tenían controles médicos. Al igual que con las personas, el código de salud de una empresa en China incluiría un puntaje y una clasificación.
Desde el pasado febrero, las personas en ciudades de China han estado asignados con códigos QR en sus teléfonos inteligentes que vienen en rojo, amarillo o verde. Se supone que cada color indica la probabilidad de que alguien haya tenido contacto con el coronavirus, con un código verde que le permite a alguien viajar libremente y códigos amarillo y rojo que indican que las personas deben permanecer en cuarentena por hasta dos semanas. Los códigos se basan en una combinación de big data e información enviada por el usuario que incluye el historial de viajes y si alguien ha experimentado síntomas.
Cuando se supo la noticia de la propuesta de Hangzhou, las respuestas fueron abrumadoramente negativas en el sitio de preguntas y respuestas Zhihu y la plataforma de microblogueo Weibo, donde se convirtió en el segundo tema de mayor tendencia en un momento. Muchos usuarios denunciaron la invasión de la privacidad del programa.