La oficina del fiscal general de Nueva York está investigando las circunstancias de la muerte de un hombre, detenido en una comisaría del estado, que salió ardiendo después de que un agente le disparara con un taser (una pistola eléctrica), ya que estaba cubierto por desinfectante para manos.
El incidente se ha conocido ahora, ya que han salido a la luz algunos vídeos grabados por las cámaras de seguridad de la comisaría, publicados por la oficina del fiscal. El incidente ocurrió el 30 de octubre del 2021, y muestran cómo el hombre, identificado como Jason Jones, de 29 años, discute con dos agentes de policía en el vestíbulo de la Comisaría de Policía de Catskill, en el condado de Greene, Nueva York.
Durante la discusión, en la que se puede ver a Jason Jones muy alterado, el hombre se arranca la camisa del cuerpo y después se echa por encima de la cabeza y el cuerpo un bote de gel hidroalcohólico, destinado a la desinfección de manos en la comisaría. Momentos después, uno de los agentes apunta y dispara sobre el hombre con una pistola Taser con la intención de aturdirlo.
El dardo de la pistola eléctrica inflama el alcohol y el hombre se ve cubierto de una intensa llamarada que no se despega de su cuerpo. En ese momento, los cuatro agentes presentes en la sala deciden retirarse de la misma cerrando tras de sí la puerta y dejando solo Jason. Casi 15 segundos después, mientras Jason intenta apagar las llamas con sus manos, un agente entra en la sala para prestar su ayuda.
Jason Jones pasó 45 días en la UCI de un hospital de la ciudad de Syracuse antes de morir el pasado 15 de diciembre de 2021 a causa de sus heridas.