Bruno Silva y Beatriz Miranda llevaban más de un año planeando su boda para el 17 de abril. Sin embargo, Silva se contagió de covid y murió en el hospital el gran día.
A mediados de marzo la pareja brasileña, padres de dos niños de 4 y 7 años, se contagió de covid. Empezaron a sentirse mal, con dolor de cabeza el 27 de marzo. Dos días después, Bruno Silva empeoró. Tuvo fiebre y empezaba a costarle respirar.
Fue a urgencias y allí detectaron que el novio tenía el 50% de sus pulmones afectados por el virus. A pesar de los cuidados médicos, su estado fue empeorando.
A los 10 días de estar en el hospital lo llevaron a la UCI, cuenta Beatriz Miranda, “porque la saturación estaba disminuyendo. Allí estuvo una semana, le hicieron una nueva tomografía que detectó que tenía el 85 por ciento del pulmón comprometido”.
Bruno tenía dificultades para caminar, sentarse, cambiarse de ropa y bañarse. Los médicos decidieron intubarlo porque no podía respirar con la máscara de oxígeno.
“La última vez que hablamos con él ya no podía hablar, estaba débil y su padre incluso lloraba de preocupación. Quería casarse, dijo que quería casarse. Bruno habló, pero su voz no salió; leímos la palabra ‘miedo’ en sus labios”, ha contado su madre, Ivani Aparecid, en declaraciones recogidas por el diario La Nación.
La familia reprogramó la boda pese a su estado porque era el deseo de ambos casarse. Habían estado más de un año preparando el enlace. Sin embargo, Bruño falleció el 17 de abril, la fecha señalada. “La fiesta estaba lista, el vestido ya estaba hecho, la fiesta pagada y el buffet contratado. Lo veníamos planeando hace un año”, se lamenta la novia, quien contó que una enfermera le dijo que su novio “nunca quiso que lo despojaran del anillo”.