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El multimillonario estadounidense Robert Durst, heredero de una conocida familia de Nueva York, ha muerto a los 78 años por complicaciones de la covid19 mientras cumplía cadena perpetua por asesinato en una cárcel de Los Ángeles.
El asesino convicto ha muerto solo cuatro meses después de haber sido sentenciado a cadena perpetua por matar a su mejor amiga, Susan Berman, en el año 2000. El caso cobró nueva vida hace seis años a raíz del estreno del documental 'The Jinx' (HBO), en el que Durst aparentemente confesaba haber cometido el crimen.
Su abogado, Chip Lewis, ha confirmado que Durst ha fallecido en el Hospital General de San Joaquín después de sufrir un paro cardíaco, según New York Times. En diciembre, se pudo ver al multimillonario condenado con un tubo de respiración en una foto policial publicada por el Departamento Correccional de California.
En el momento de su muerte, había sido absuelto de matar a su vecino en 2003 (alegó defensa propia) y acusado por un gran jurado por la misteriosa desaparición de su primera esposa en 1982. Los abogados de Durst dijeron que sufría una "gran cantidad de problemas que amenazaban su vida", incluido el cáncer de vejiga que le detectaron el pasado mes de septiembre. "Su salud se deterioró durante las semanas del juicio", añadió su abogado.
Durst fue condenado a prisión por el asesinato de su amiga y confidente de toda la vida, Susan Berman. Los fiscales alegaron que su motivo era evitar que ella revelara lo que sabía sobre la desaparición de su primera esposa, Kathleen McCormack Durst, en 1982.
A lo largo del juicio, su defensa intentó posponer su caso debido a problemas de salud continuos, incluidos dolores en el pecho, problemas para respirar, dolor al vestirse y al tener un catéter, e infecciones del tracto urinario debido a su cáncer de vejiga. A pesar de su delicada salud, fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional.