El bebé de Marlen Ochoa, la joven de 19 años que fue estrangulada para quedarse con bebé del que estaba embarazada, falleció ayer debido a la grave lesión cerebral que sufría, según ha informado 9news.
El abogado del padre, Frank Avila, ha asegurado que el bebé se encontraba en estado muy grave toda esta semana: "No puede respirar por sí solo. Ni comer solo. Tiene la garganta llena de tubos", admitió el pasado miércoles el abogado.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril en Chicago. La madre fue atraída a la casa de una mujer con una oferta de ropa de bebé gratis, según informó la policía. Tras ello fue estrangulada con un cable eléctrico para arrancarle el bebé de su vientre.
La policía detuvo a 4 personas, dos mujeres (madre e hija) y dos hombres (sus parejas) que contactaron con Marlen por la redes sociales. El portavoz de la policía de Chicago, Anthony Guglielmi, dijo el viernes que espera que ambas mujeres fuesen acusadas de asesinato por muerte del bebé.
El mes pasado, la familia publicó un una foto en la que el pequeño Yovanny estaba en manos de su padre, Yovany López. La fotografía, tomada por un pastor estudiantil, mostraba al bebé atado a varios tubos y aparentemente dormido en los brazos de su padre.
Clarisa Figueroa, de 46 años, y su hija de 24 años, Desiree Figueroa, fueron procesadas el miércoles por cargos de asesinato en primer grado. El novio de Clarisa Figueroa, Piotr Bobak, de 40 años, fue acusado formalmente de un cargo por ocultar un homicidio. Los tres acusados deben volver a la corte el 26 de junio.
Según las investigaciones, Las Figueroas trabajaron juntas para estrangular a la futura madre y llevarse a su bebé. Mientras que Desiree distraía a Marlen mostrandole un album de fotos, Clarisa envolvió un cable alrededor de su cuello para estrangularla.
Tras su muerte, Clarisa sacó al bebé del vientre de la madre y, tras ello, llamó a los servicios de emergencia para decir que acababa de dar a luz a un bebé que no respiraba.
Los médicos se dieron cuenta de que la mujer no presentaba signos de acabar de dar a luz, por lo que empezaron a sospechar.
El esposo de Ochoa-López reportó su desaparición el 24 de abril. Su cuerpo fue encontrado en un cubo de basura en la casa de las Figueroas el 14 de mayo.
Un punto clave en la investigación se produjo el pasado 7 de Mayo, cuando un amigo de la victima contó a las autoridades la relación que la víctima mantenía con la familia Figueroa, quienes habían contactado con ella a través de Facebook.
Los investigadores comenzaron a sospechar, registraron el área y encontraron el vehículo de Ochoa-López cerca, según informó el subjefe de detectives Brendan Deenihan. Ese mismo día, los detectives interrogaron a Figueroa cuando se encontraba en el hospital, que negó que la victima hubiese estado en su casa, pero no negó que se conocían.
Las sospechas continuaron y tras varios registros y muestras de ADN las prueas determinaron que Clarisa no era la madre del bebé, mientas que
Sospechosos, los detectives pasaron los siguientes días citando registros del hospital y recolectando muestras de ADN del bebé y Clarisa Figueroa.
Las pruebas de ADN determinaron que Figueroa no era la madre del bebé y el esposo de Ochoa-López, Yovani López, era el padre.
El cuerpo de la víctima fue encontrado en un cubo de basura en el patio trasero, junto con el cable utilizado para estrangularla y otras pruebas, afirmó la policía.
El motivo del asesinato está bajo investigación, pero el las hipótesis se centran en que la familia Figueroa quería criar al niño como si fuera suyo.