España es el país de la Unión Europea con más contagios. Trump nos pone como ejemplo de país que sufreEl ministerio de Sanidad ha notificado 12.183 nuevos contagios de coronavirus en el último balance, de los que 4.708 se han confirmado en las últimas 24 horas, con lo que el total de casos se eleva a 566.326, y 46 muertes desde ayer, hasta un total de 29.747.
Según los datos de Sanidad de este viernes, la Comunidad de Madrid acumula un 30 % de los nuevos contagios de las últimas 24 horas, con 1.427 nuevos positivos según Sanidad, mientras que la Comunidad registra una cifra ligeramente inferior, contabilizando solo 974 el último día.
Los nuevos brotes en España mantienen ingresados a 8.658 enfermos de covid, de los que 1.181 están en UCI, lo que significa una ocupación del 7,5 % de las camas hospitalarias y en las últimas 24 horas se produjeron 1.124 ingresos y 919 altas. Los ingresos han generado una presión asistencial desigual en las comunidades, ya que Madrid tiene un 18 %.
Miguel Hernán, epidemiólogo de la Universidad de Harvard, considera que la comparativa entre la situación de Madrid y Nueva York es un ejemplo paradigmático de que uno lo está haciendo mal, --Madrid como ejemplo de un país donde faltan rastreos y mayor dureza y control con la gente que se salta las normas--; y otro que lo ha hecho bien (Nueva York) aunque EEUU supere los 6.4 millones de casos y el estado neoyorquino esté en 447.000 casos.
Para ello ha puesto en conocimiento de todos un hilo de Twitter más que significativo. "Mira la forma de estas curvas. Nueva York y Madrid tuvieron epidemias similares hasta que divergieron espectacularmente. En marzo, ambas ciudades fueron tomadas por sorpresa y cerradas debido a #COVID19 . En septiembre, la situación está controlada en NY y alarmante en Madrid.
Nueva York fue una de las ciudades de Estados Unidos más afectadas por la pandemia del coronavirus. Con más de 23.000 fallecidos fue el epicentro de la COVID-19 en el país norteamericano durante los meses de más difíciles. Sin embargo, durante las últimas semanas ha conseguido revertir esa situación con estrictas medidas diferentes a las de otros puntos del planeta.
Comencemos con las similitudes: dos ciudades grandes y densas con una gran red de transporte público y muchos visitantes. Un estallido explosivo de coronavirus en el que se ha visto abrumado su sistema de rastreo de contactos y sus hospitales. Se requirió un cierre para reducir el desastre de salud pública.
En junio, ambos lugares habían logrado reducir el número de casos nuevos. En julio empezaron a aumentar los casos nuevos en Madrid hasta alcanzar una de las incidencias más altas de Europa. Nueva York aún no ha registrado un aumento de casos nuevos.
Podríamos argumentar que el número de nuevos casos de coronavirus no es la mejor métrica para la gravedad de la epidemia. ¿Quizás la mayoría de los casos son asintomáticos o levemente sintomáticos? Veamos entonces la ocupación hospitalaria. No hay problema en Nueva York. Serios problemas que se avecinan en Madrid.
El estado de Nueva York apuntó a 30 rastreadores de contactos por cada 100.000 personas antes de reabrir. Eso se traduce en 6.000 rastreadores de contactos en Nueva York y 2.000 en Madrid. Madrid tenía unos 200 rastreadores de contactos en julio (tal vez 700 ahora). La diferencia es notable.
En abril más del 70% de los ITP fueron positivos tanto en Nueva York como en Madrid. Nueva York buscó bajar del 5% positividad antes de reabrir. Ahora es del 1-2%. La positividad en Madrid ronda el 20% y está aumentando desde julio. Es decir, no se realizan suficientes pruebas.
Nueva York mantiene clausurado el consumo en interiores de bares y restaurantes, que funcionarán al 25% de su capacidad a partir del 30 de septiembre, y Madrid lo permite al 60% desde junio con, además, una aplicación de los protocoles de prevención menos estricta. El estado americano cuenta con un gran despliegue de medios y personas para garantizar el cumplimiento de las normas. Los protocolos en Madrid no se aplicaron de manera agresiva. Desde junio ha sido fácil encontrar bares y mesas abarrotados. El contraste con Nueva York fue sorprendente como cualquiera que pasa tiempo en ambos lugares puede decirlo.
El rastreo de contactos, las pruebas y la velocidad de reapertura difirieron drásticamente entre Nueva York y Madrid. Nueva York abrió la economía sin abrumar a los hospitales y confirmó sus credenciales como un lugar serio para hacer negocios. Desde las autoridades locales apostaron por el programa 'Restaurantes Abiertos' para incentivar y permitir que los locales monten terrazas en el exterior, e incluso en la calzada, para atender a los clientes. Más de 60 calles se cortaban al tráfico con el fin de habilitar zonas para las mesas de los restaurantes en un programa, que se prolongará hasta finales de octubre. En España y tampoco en Madrid hemos hecho nada parecido.
¿Nueva York podría haber alcanzado la "inmunidad colectiva y Madrid no?. Improbable. Según los estudios de seroprevalencia disponibles, ambos lugares tenían un porcentaje similar de población que desarrolló anticuerpos contra el virus.