Consejo Europeo: ni vacuna obligatoria ni certificado sanitario europeo
El certificado sanitario europeo se queda en papel mojado
Tampoco habrá vacuna "obligatoria" ante la negativa de varios países
Los servicios del Consejo Europeo pueden poner en la mesa los asuntos que consideren convenientes que la pandemia ya se encarga de corregir la agenda. Una vez más toca hablar de medidas sanitarias. Una vez más después de que varios países (Italia, Grecia, Portugal, Irlanda, Francia) empezaran en los últimos días a tomar decisiones de forma unilateral contra las recomendaciones de la Comisión Europea y de la Agencia Europea de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés).
El certificado sanitario europeo se quedó el miércoles en papel mojado después de que Italia y Grecia anunciaran que siguen los pasos de Portugal y que pedirán pcr negativo y cuarentena a los no vacunados y pcr a los vacunados. En principio, el certificado servía a los vacunados para saltarse esas restricciones. Francia anunció esta mañana que desde este sábado quedan prohibidos todos los viajes no esenciales hacia y desde el Reino Unido, un intento de frenar la expansión de la nueva variante omicron.
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En Bruselas hay enfado sobre todo con Italia. La decisión de Mario Draghi de introducir los pcr negativos antes de llegar a Italia para viajeros que ya están vacunados sentó como una patada en la Comisión Europea, que recordaba que “todos los países tienen la obligación de informar a la Comisión con 48 horas de adelanto cuando imponen restricciones adicionales”. Draghi no lo hizo. Bruselas, impotente, se limitó a decir que le había recordado al italiano sus obligaciones.
La cumbre debía ser sobre la coordinación de más medidas para frenar la nueva variante, pero las decisiones unilaterales complican esa coordinación. Un diplomático escandinavo contaba a NIUS esta mañana que el miércoles, en el Coreper (la reunión de los embajadores) el italiano no dio explicaciones ante el enfado de los demás.
Draghi no violó ninguna norma
No es sólo Italia. Portugal, Grecia e Irlanda introdujeron restricciones adicionales para los vacunados como respuesta a la variante Omicron. Y la Comisión olvida, en sus críticas a Italia, que hace apenas dos semanas, el 1 de diciembre, decía lo siguiente en un comunicado: “La exigencia de un test PCR antes de la llegada puede ser un medio adecuado a considerar por parte de los Estados miembros, en particular para viajes desde fuera de la UE pero también desde dentro de la UE, como parte de un freno de emergencia”.
Aun así, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, decía en su carta de invitación a los dirigentes nacionales que “la coordinación de nuestras medidas, basadas en el mejor conocimiento científico disponible es crucial sobre todo para preservar la movilidad”.
La incidencia –aunque la mayoría de los casos serían todavía de la variante Delta- empieza a estabilizarse en los países que llegaron más temprano a esta última oleada, como Bélgica o Alemania, mientras sube en otros (España, Italia, Francia). Bruselas cree que Omicron será la variante dominante en Europa en enero y la ECDC pide medidas más duras.
Sin vacuna obligatoria
Fuentes comunitarias aseguraban el miércoles que los líderes discutirán sobre vacunación obligatoria pero no habrá decisiones a ese respecto porque la competencia es totalmente nacional y los países que han vacunado a más porcentaje de su población consideran contraproducente obligar cuando tienen vacunada prácticamente a toda la población diana. Sí recordarán esta noche en las conclusiones la importancia de la vacunación y de acelerar la administración de las terceras dosis.
Sobre la mesa tendrán también la decisión sobre la expiración de los certificados de vacunación. La Comisión Europea propuso limitar la validez de los certificados a nueve meses desde la fecha de la segunda dosis si no se había recibido una tercera dosis.
A última hora, durante la cena, los líderes recibirán a la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. La francesa les contará las medidas tomadas este mismo jueves y les explicará si todavía piensa que la subida de la inflación es temporal o si sus causas son estructurales y vino para quedarse. Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo, publicó esta mañana nuevos datos sobre empleo. La Eurozona alcanzó ya la tasa de empleo pre-pandemia. Ha tardado ocho trimestres, cuatro veces menos que en la crisis que arrancó con el estallido financiero de 2008. Muestra, dicen las malas lenguas, de las malas decisiones tomadas en aquella crisis.
Después de la cumbre con los países del Partenariado Oriental, los 27 recordarán hoy a Rusia que de invadir Ucrania se enfrentará a “masivas consecuencias” que tendrán “un coste severo” para su economía. No se tomará ninguna medida por ahora porque la apuesta oficial es dar espacio para el diálogo y no calentar más un ambiente ya explosivo.
También habrá tiempo, en una cumbre de un día con una agenda muy apretada, para hablar de los precios de la energía, que están rompiendo récords en casi todos los países europeos en estos últimos días. No se esperan decisiones comunes concretas y España, Italia y Francia siguen exigiendo que se reforme el mercado europeo de la electricidad pero la mayoría de los países del centro y el norte se niegan porque estiman que la subida de los precios es coyuntural y que se debe capear el temporal con medidas de apoyo a los consumidores.
Hoy se estrenan como jefes de Gobierno el alemán Scholz, el austríaco Nehammer, el búlgaro Petkov y la sueca Andersson. También discutirán de Rusia y de la amenaza de una invasión sobre Ucrania. La danesa Mette Frederiksen, enferma, no asiste.
El propio Consejo Europeo olvidó las normas del Gobierno belga. En principio a la cumbre se debería poder asistir con un certificado de vacunación o, en su defecto, con un PCR negativo o un certificado de haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses. Los servicios del Consejo exigieron, a todos los presentes, desde Emmanuel Macron hasta el último empleado de seguridad, un PCR negativo aunque estuvieran vacunados.