Angela Merkel se ha dirigido como cada sábado a toda la población alemana para asegurar que "el virus va a determinar" la vida de todo el país "durante un largo período de tiempo". Además, la canciller federal ha advertido que "el invierno que tenemos por delante exigirá mucho de nosotros".
Por otro lado, Merkel ha declarado a la ciudadanía que se estaban buscando nuevas formas para poder visitar a los más mayores en las residencias de ancianos y en sus domicilios. "Tenemos mucho que agradecer a los mayores y más mayores, también a quienes se preocupan de atenderles", aseguraba pero, a su vez, remarcaba que había "que protegerles del virus".
Además, el Gobierno alemán también ha reiterado que el estado actual de la pandemia frena la esperanza de que próximamente pueda realizarse un levantamiento, aunque sea parcial, del parón de la vida pública decretado para todo el mes de noviembre en el país.
"Para el gobierno federal está claro que en el estado actual de la pandemia no cabe esperar este lunes ninguna relajación" de las medidas impuestas, dijo en una rueda de prensa ordinaria el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.
Se refería así a la reunión virtual que mantendrá el próximo lunes la canciller, Angela Merkel, y varios de sus ministros con los jefes de Gobierno de los estados federados para evaluar la situación y hablar sobre los pasos a seguir. Recordó que desde hace unos días hay "buenas noticias" que deben ser tomadas, no obstante, con "cautela".
Así, la curva de infecciones diarias se aplana, pero los contagios siguen subiendo, por lo que "hoy todavía es demasiado pronto para evaluar si las medidas de noviembre constituyen el ansiado rompeolas", indicó.
"Cada día cuenta", agregó, y habló de una "cierta esperanza" de que efectivamente la ralentización observada en los nuevos contagios se traduzca en una "evolución estable".
En todo caso, añadió, Alemania todavía está "muy lejos" del objetivo de reducir los nuevos contagios a una incidencia de 50 por cada 100.000 habitantes en siete días, considerada necesaria para manejar la pandemia, y que a su vez permitiría hablar de un posible levantamiento de restricciones.
Seibert se refirió asimismo a la situación de las escuelas y reiteró el "gran interés" del gobierno federal y de los "Länder" de que colegios y guarderías sigan abiertos, y los alumnos acudan en la medida de lo posible a clases presenciales.
Actualmente, unos 300.000 estudiantes de los once millones en Alemania y alrededor de 30.000 profesores de un total de 800.000 se encuentran en cuarentena, "una cifra notable", pero que supone un pequeño porcentaje, señaló.
"La educación no debería convertirse en víctima de esta pandemia", sostuvo, aunque reconoció que ante un brote regional o local, los estados federados, sobre los que recae la competencia en esta materia, deben reaccionar de la manera adecuada.