Nuevo revés para las tropas del presidente Vladimir Putin, y es que las sanciones económicas impuestas por Europa a Rusia pueden salir tener un coste más elevado de lo que el mandatario preveía. Según varios medios estatales de Ucrania, el principal fabricante de vehículos blindados de Rusia, Uralvagonzavod, parece haberse quedado sin piezas para fabricar y reparar tanques, por lo que habría detenido su producción en Nizhni Tagil.
El diario Kyiv Independent ha informado también de que la fábrica de tractores de Cheliábinsk, en el centro-oeste de Rusia, que es uno de los mayores fabricantes de tanques del mundo, con 30.000 empleados el año pasado, se habría quedado sin piezas extranjeras.
No está claro qué vehículos militares rusos utilizan piezas de fabricación occidental. Pero si la información de Ucrania es correcta, los problemas de producción de tanques serían otro obstáculo en la invasión rusa.
El comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania señala que "tropas de ocupación" que operan en el país "necesitan urgentemente reparar y reconstruir las armas y el equipo militar dañados".
Entre los tanques que fabrica Uralvagonzavod están los T-72B3, empleados por el Ejército ruso en esta guerra. Es por ello que la Unión Europea habría señalado a la empresa entre las sancionadas, puesto que "apoya, material o financieramente, acciones que socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania".
Uralvagonzavod ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos desde la anexión de Crimea en el año 2014.