La masacre de Bucha, ciudad cercana a Kiev, en Ucrania, puede ser sólo la punta del iceberg de lo que está ocurriendo en el sur del país que sigue sufriendo toda la furia de las tropas rusas. La costa del Mar Negro es el nuevo objetivo de Rusia tras retirarse paulatinamente de la zona de Kiev. En menos de 72 horas, varias ciudades han sido atacadas por el Ejército de Rusia, nos cuenta Laura de Chiclana, desde allí.
Los ataques con misiles se han dirigido hacia Odesa, duramente bombardeada durante 24 horas. Rusia también se está cebando con la ciudad Mykolaiv.
El último ataque de Rusia ayer contra Mykolaiv fue con bombas racimo, según fuentes oficiales ucranianas. Hay 10 fallecidos y 47 personas heridas.
En Jersón, el responsable del gobierno regional ha explicado que a los civiles les están agrediendo, secuestrando y torturando.
Mientras hoy hay una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU, donde el embajador de Rusia dice que llevará pruebas de que ellos no son los responsables de la masacre de Bucha. Algo que Estados Unidos no se cree de antemano y pretende que Moscú sea expulsada del Consejo.
Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que hoy intervendrá en el Congreso de los Diputados, habla de genocidio y pide a la prensa que grabe todo lo que se encuentren en Bucha para darlo a conocer al mundo y se investigue.