La guerra en Ucrania se recrudece 11 días después de que Rusia invadiera su territorio. La noche se ha saldado con combates violentos en el norte, el sur y el este del país, con el foco puesto en la ciudad costera de Mariúpol, donde sus habitantes sobreviven a duras penas sin luz, sin agua, ni calefacción, y donde se ha llevado a cabo un nuevo intento de evacuación tras pactarse otro alto el fuego, que como ayer se ha roto.
Apenas han podido abandonar la ciudad unas 300 personas. Por segundo día consecutivo fracasa el intento de abrir un corredor humanitario por el que poder evacuar a la población civil de Mariúpol, próxima al mar de Azov, donde 200.000 personas esperan desde hace días poder salir del infierno que se está viviendo allí.
Escasean los alimentos y las medicinas, entre otros productos básicos. Algunos autobuses con civiles han podido salir del corredor humanitario antes de que se volviera a romper el alto el fuego, que iba a durar 11 horas. "Rusia nos ha engañado", decía el alcalde de Mariúpol tras el fracaso de las evacuaciones de ayer.
La contienda se ha recrudecido entre ambos bandos en el lugar. El Ministerio de Defensa ucraniano ha informado de una contraofensiva contra las fuerzas rusas en las inmediaciones de Mariúpol en la que habrían muerto al menos 30 militares rusos.
Los combates están siendo duros en todos los frentes. Las tropas rusas están en una pausa ofensiva, preparándose para operaciones en Kiev, Járkov, Mykolayiv y Odesa en las próximas 24 o 48 horas. Moscú estrecha el cerco a la capital, la devastación ya se aprecia en los alrededores.