Un misil acaba de impactar junto a una casa en el este de Ucrania. Se ve en directo, en la imagen y es el día a día en Ucrania. La explosión sorprende a un soldado que huye como puede. A cámara lenta se observa el gran tamaño del misil ruso que hace saltar por los aires una vivienda. Se llega al día 77 de guerra con pocas perspectivas de que el conflicto acabe pronto. Los avances de ambos bandos son muy lentos, de hecho, Rusia trata, una vez más, de hacerse con la ciudad de Odesa con nuevos bombardeos.
Ni los bombardeos sistemáticos, ni los casi tres meses de asedio hacen mella en la resistencia ucraniana. Los hay que se refugian en catacumbas y los hay que aún aguantan en la acería de Azovstal, a la que los rusos atacan con furia porque ya no hay civiles en ella, mientras Zelenski intenta salvar a los que se refugian allí.
De hecho, el Ejército de Rusia está utilizando artillería pesada, tanques y bombardeos desde el aíre para atacar la acería de Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariupol, el único reducto de resistencia ucraniana en esa urbe del sur del país, según denuncia Ucrania.
"Mariúpol. Azovstal. En este momento... Azovstal está siendo atacado no solo desde el cielo y con artillería, sino nuevamente con tanques y se intenta asaltar desde fuera. Azovstal está en llamas nuevamente después del bombardeo", ha escrito Petro Andriushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, en su cuenta de Telegram.
El asesor municipal ha recordado que el líder de la llamada "República Popular de Donetsk", Denis Pushilin, había dicho previamente que "tenía las manos libres en la acería dado que ya no había civiles en Azovstal". En las gigantescas instalaciones de esta planta siderúrgica resisten los combates del ejército ruso un grupo de soldados ucranianos pertenecientes al batallón de Azov, una facción ultranacionalista integrada en la tropas ucranianas.
"Si hay un infierno en la tierra, está ahí. Todos estamos profundamente en deuda con los Defensores de Mariupol", ha dicho el responsable municipal. El mensaje fue acompañado por un video de los supuestos ataques contra la acería, cuya veracidad no ha podido ser demostrada por fuentes independientes. Los soldados aún heridos, saludan. Son la mayor piedra en el zapato de Putin. Ucrania resiste, en los bosques, bajo tierra, agazapados en trincheras, en campo abierto.
Putin ambiciona el control del Donbás e incluso, como apunta la CIA, tiene intención de ir más allá, aunque ello suponga prolongar la guerra.