La larga marcha de una manada de elefantes en China se ha convertido en todo un acontecimiento televisivo. Millones de espectadores siguen en directo a este grupo de paquidermos gracias a los drones. El viaje comenzó hace un año en Laos. Atraviesan pueblos y autopistas sin que nadie pueda frenarles. Ya han recorrido 500 kilómetros entre el desconcierto de todos los que siguen sus pasos.
Por otro lado, también se ha conocido que los elefantes que viajan prestan mucha atención a los rastros de olor del estiércol y la orina dejados por otros elefantes, por lo que crear senderos olfativos podría ayudar a su conservación. Es la conclusión de una nueva investigación publicada en la revista 'Animal Behavior'.
Los científicos han observado caminos muy frecuentados y han descubierto que los elefantes salvajes de la sabana africana, especialmente los que viajan solos, están "muy atentos", olfateando y siguiendo el rastro con sus trompas. Esto sugiere que estos olores actúan como un "recurso de información pública", según los investigadores de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y la organización benéfica británica Elephants for Africa.
Ahora hay que seguir investigando para averiguar si los humanos pueden crear sendas artificiales para alejar a los elefantes de las granjas y pueblos, donde los conflictos con los humanos pueden causar estragos en las comunidades, señalan los autores.
También podrían colocarse sendas aromáticas para mejorar la eficacia de las rutas que conectan a las poblaciones de elefantes entre zonas protegidas.
"Nuestros hallazgos sugieren que el sentido del olfato de los elefantes desempeña un papel importante en la navegación a larga distancia --afirma la autora principal, Connie Allen, del Centro de Investigación del Comportamiento Animal de Exeter, citada por Eureka Alert--. A medida que los elefantes siguen estos senderos, depositan su propia orina y estiércol, lo que refuerza la presencia del camino para futuros elefantes".
"Vemos un gran potencial para que estos hallazgos se apliquen a la gestión y conservación de los elefantes, principalmente como método para manipular sus movimientos --prosigue--. Llevamos a cabo este estudio en Botsuana, donde la principal amenaza para los elefantes es el conflicto con los humanos. Eliminando las rutas de olor existentes que llevan a los elefantes a un estrecho contacto con los humanos en las zonas problemáticas, y redirigiéndolas, quizás podríamos reducir la ocurrencia de tales conflictos".