Jimmy Burns Marañón conoce como pocos la figura de Diego Armando Maradona. Escribió 'Maradona. La Mano De Dios' en la que desvelaba las luces y las sombras del considerado por muchos mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, muerto hoy a los 60 años de edad, dejando huérfano a un país al que unió como nada y dejando huérfana a la pelota. Las frases de Maradona dicen mucho de su personalidad.
El impacto de su adiós, no sorprendente pero sí inesperado, tras superar un edema en la cabeza, ha sido brutal. Desde un Menotti hecho mierda a un Pelé que espera jugar al fútbol con él en el cielo. Dice Burns, en un reportaje del XL Semanal, que lo primero que dijo su madre al ver al pequeño bebé fue gol. Este fue el grito de doña Tota cuando el médico le mostró a su recién nacido, comentando: "La felicito, tiene un hijo sano y es puro culo". Un culo que usó y muy bien en el campo de juego. Porque a Maradona solo se le quitaba el balón, pegado al pie a patadas. El país ya guarda tres días de luto en su adiós y su entierro se asemejará a mitos de país.
Maradona nació entre mierda. Lo recordaban los argentinos que conocían su historia. En Villa Fiorito sin agua ni electricidad. Cuenta Burns que Diego se perdió y cayó en un pozo negro. Y que su tío Cirilo corrió a rescatarlo consiguiendo que el pibe mantuviera la cabeza por encima de la mierda. Esa vez lo logró, pero siempre estuvo de un modo u otro regresando a ese pozo de su infancia.
Un pozo que empezó al caer en el mundo de las drogas, pero tal vez antes, en esa camarilla que siempre le acompañó y que siempre le trató como un Dios, no como a una persona. Cuenta Valdano que un día en África, al ver el recibimiento de Maradona, se dio cuenta de lo difícil que era ser él. En cualquier lugar recóndito de mundo, Maradona era conocido. Sus amistades políticas eran tan díscolas como es, empezando por Fidel Castro. Era una de las paradojas de Maradona, el multimillonario que simpatizaba con dictadores de la talla del cubano o de Chávez.
Los excesos hicieron mella en un cuerpo envejecido que ya había demostrado una fortaleza increíble, pero que ya exhausto, le había llevado a la cama de un hospital en varias ocasiones, de la desintoxación a la hepatitis tóxica, pasando por el último hematoma subdural. Con las rodillas operadas andaba con muletas.
Maradona es en la imagen de todo un país es ese ser sobrehumano capaz de dejar británicos tirados por los suelos. O verse sorprendidos por una mano de Dios que también fue un arte, aunque fuera de la mentira. El ídolo llegó a su clímax en el Mundial de México de 1986. Nadie fue más decisivo nunca y a un paso estuvo de repetirlo con el tobillo destrozado y sin una uña del pie cuatro años después. Pero el mito acabó llorando en el césped como millones de Argentinos. El periodo de Nápoles marca el principio de fin con una vida de excesos, drogas, fiestas y mujeres.
El astro argentino tuvo dos hijas con su primera mujer, Claudia, Dalma y Giannina, pero Maradona tuvo otro hijo, Diego Jr, en 1986 con la italiana Cristina Sinagra que fue reconocido muchos años después. Su cuarta hija fue Jana, cuya madre es Valeria Sabalain, y el quinto, Dieguito Fernando, con Verónica Ojeda.
Pero no fueron los únicos, pues en marzo del pasado año, el abogado del de Villa Fiorito, Matías Morla, confirmó la existencia de otros tres hijos más en Cuba. Según su testimonio, el futbolista les pasaba dinero cada mes y solo se vieron una vez en 2016 cuando Maradona aprovechó su viaje al país caribeño para asistir al funeral de Fidel Castro. Además, desveló que podría tener un noveno hijo también de procedencia cubana y un décimo, Santiago Lara, que ya apareció en televisión asegurando que siente hijo de Maradona. Una de sus hijas ironizaba con que le faltaban tres para el once. El decía siempre que sus hijas legítimas eran "Dalma y Gianinna. Los demás son hijos de la plata o de la equivocación"
Pocos como Messi han sufrido la sombra alargada del mito. Y ha vuelto a reaccionar ante su pérdida, con respeto, siempre. "Un día muy triste para todos los argentinos y para el fútbol. Nos deja pero no se va, porque el Diego es eterno. Me quedo con todos los momentos lindos vividos con él y quería aprovechar para enviarle el pésame a toda su familia y amigos. QEPD", ha escrito en su cuenta de Instagram, Messi, que ha sufrido como pocos la espada de Damocles de la comparación con Maradona, ve cómo el mito dice adiós. A los 60 años.