Una mujer de 55 años, con trastornos mentales, se ha suicidado en la localidad rusa de Ust-Katav tras descubrir que sus hijos, a los que mantenía incomunicados y encerrados en el domicilio familiar, habían escapado después de 11 años de aislamiento.
La mujer, identificada como Dina Azizova, mantenía secuestrados a sus hijos de 11, 15 y 20 años según informó La República. Los hijos tenían prohibido comunicarse con el mundo exterior. Su madre les controlaba a través de cámaras de vigilancia que había instalado.
Los hijos, con la intención de huir del domicilio, idearon un plan aprovechando el espacio de tiempo en el que la madre salía a trabajar como costurera y a comprar víveres. Para ello, uno de los hijos, que usaba internet a escondidas, pidió ayuda a sus amigos virtuales. Y llevaron a cabo la huida.
Al regresar a su casa, Dina comprobó que sus hijos habían conseguido escapar y denunció la desaparición a la policía.
Al encontrarlos, la policía comprobó que los chicos, que habían dejado su casa voluntariamente, llevaban 11 años secuestrados.
La mujer, al enterarse, decidió suicidarse incendiando la casa familiar con todas las pruebas dentro.
Los jóvenes fueron trasladados al hospital para recibir asistencia médica. Las autoridades de Rusia determinarán con quién vivirán ahora los jóvenes.