Una niña de ocho años decidió salir a jugar con sus amigos, pese a la oposición de su madre, en Yucatán (México).
Una vez hubo regresado a casa, la progenitora decidió darle un doloroso "castigo ejemplar". Pidió a su hija mayor, de doce años, que sujetara a la pequeña, calentó la plancha y le quemó los pies, informa El Debate.
Los desgarradores gritos de la niña no pararon a su madre que, posteriormente y bajo el consentimiento del padre -quien apenas pasa tiempo en casa-, encerró a su hija en un cuarto de la vivienda, según apuntaron varios vecinos que fueron testigos del maltrato.
La pequeña logró salir de la casa y pedir ayuda a los vecinos, quieren alertaron a la Policía. Fue trasladada a un centro sanitarios donde le curaron las heridas de los pies. Allí, la niña confesó la violencia y el maltrato intrafamiliar al que se ven sometidos ella y sus otros cuatro hermanos.
Los padres solo recibieron una amonestación por parte de los agentes.