Todo empezó en el mes de febrero cuando la primera víctima se puso en contacto con la concejalía de atención a las personas del Ayuntamiento de Vallés comandada por Mercé Rodó. Su profesor de gralla la había violado nada menos que tres veces cuando tenía 15 años. Decidió denunciar porque estaba convencida de que no había sido la única y más después de ver unas pintadas con la palabra violador en la fachada casa del profesor. Si alguien ha pintado eso y no he sido yo es que no soy la única que lo ha sufrido pensó. Y más, siendo ya madre. No podía estar tranquila sabiendo que un personaje de ese calibre podía estar dando clases a otros menores.
La joven investiga y descubre que el profesor de Barberá del Vallés era ahora profesor en Ullastrell. Cree que el calvario que ella ha pasado lo han debido pasar más jóvenes. Y entonces se destaca el historial de este presunto depredador sexual porque surgen otros 11 casos de denuncias de abusos de niñas entre 11 y 16 años.
Ahora, son dos los juzgados que investigan a este hombre que daba clases de gralla en comarcas catalanas del Vallès por abusos y agresiones sexuales a menores. Le acusan ahora de haber cometido abusos o agresiones durante los últimos 20 años en varias agrupaciones de cultura popular y tradicional de la comarca. Los Mossos detuvieron al hombre en febrero y el juez lo dejó en libertad con cargos. Se fue del pueblo y se instaló en Sabadell.
Según la denuncia, los dos primeros casos conocidos pasaron a principios de los años 2000 y son los de esta mujer y el de un niño, que entonces tenía 11 años, a quienes el presunto agresor habría masturbado y que, de momento, es el único denunciante masculino. Ninguno de los dos lo explicó en su momento. Los expertos consideran que en círculos cerrados de menores resulta aún más complicado alzar la voz, decir me pasó esto. Y más cuando el profesor es conocido y admirado.
En el 2015, cuando el hombre ya tenía alrededor de los 45 años, las investigaciones destacan que asedió a otra chica de la colla de Ullastrell con mensajes de whatsapp de contenido sexual, según una de las denuncias, desveladas por El Periódico.
Como siempre ocurre también en estos casos, porque como indica el perfil de este tipo de adictos al porno infantil, hablamos de gente normal, que no levanta sospechas, los vecinos de Colla de Geganters y Grallers de Barberà del Vallès se muestran sorprendidos de que esta persona tan normal, que dirigía el grupo de música y hacía ensayos el sábado por la tarde en grupos reducidos. La sospecha es que los abusos se habían producido en casa del profesor donde este llevaba a los alumnos para dar clases. Pero mientras más detalles se conocen, más asombra que nadie sospechara nada antes, porque los comentarios sexuales, los masajes en el diafragma de alumnas eran habituales, según se conoce ahora.
La concejala de Feminismes de Ullastrell, Mercè Rodó, ha explicado también que el consistorio se ha personado como acusación popular en la causa y ha advertido a otras comarcas sobre el personaje porque nadie sabe qué hace ahora. La abogada Marta Llobet, que lleva la acusación del ayuntamiento y la víctima más grave hasta la fecha, ha abierto una cuenta de correo electrónico para recibir directamente casos de nuevas víctimas, en caso de que las hubiera: afectats.gralles@gmail.com.