Sol Casella, periodista y redactora de la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO), falleció por coronavirus con solo 23 años.falleció con solo 23 años. Su muerte conmocionó a la comunidad de Lomas de Zamora, en Argentina, y dejó destrozada a toda su familia.
La joven siempre había sido muy precavida con la pandemia: evitaba salir a la calle y pasaba horas y horas trabajando en casa sentada frente al ordenador. Su madre, Claudia, narra al medio local Infobae la ilusión que tenía la joven por que llegase de una vez la vacuna y poder poner fin a todo esto.
De hecho, paradójicamente, en redes sociales el último mensaje de la periodista fue sobre el coronavirus. Sol expresó su inmensa alegría al conocer que sus abuelos ya tenían la primera dosis frente al virus en el que se convertiría en su último mensaje público.
Su madre también ha narrado cómo de la noche a la mañana la joven comenzó a tener síntomas. Empezó con cefalea y con mucho dolor en los ojos, pero lo achacó al cansancio de estar trabajando tantas horas frente a la pantalla del ordenador.
Sin embargo, los síntomas no cedían y fueron a más. El 18 de abril fue a realizarse la prueba al Sanatorio Sagrado Corazón, en Balvanera, donde confirmaron el positivo. Sin embargo, pro suerte, nadie de su familia se contagió.
Solo unos días más tarde, el 22 de abril, comenzó a sentirse cada vez peor y a tener fiebre. Tuvo que ser ingresada y la pusieron oxígeno porque no saturaba bien. El 1 de mayo tuvo que pasar a la UVI y tres días después acabó en la UCI.
"Todos sus órganos funcionaban bien, pero el virus fue directamente a sus pulmones y fue arrollador. Mi hija era joven y sana pero el COVID-19 le destruyó los pulmones. Actuó como una esponja y no permitía que pudiera respirar”, aseguró su madre.
"Lo que pasó con Sol es inexplicable, porque el virus fue directo a los pulmones y ella era una chica sana. No fumaba, no tomaba alcohol. La neumonía viral se convirtió en una fibrosis pulmonar”, lamenta.
El 14 de mayo, que era el día del cumpleaños de su hermana, su corazón dejó de latir. Su madre, rota de dolor, da las gracias a todos los sanitarios que hicieron todo lo posible por salvar la vida de su hija: "Solo tengo palabras de agradecimiento para todos ellos, porque cada día se juegan la vida para salvar vidas".