Una madre mató a puñaladas a un perro pitbull que estaba mordiendo a su hija de un año en la comunidad Pico Revera, en el condado de Los Ángeles, California. La mujer intentó sacar a su hija de la boca del pitbull pero al ver que no la soltaba le dio varias puñaladas hasta la muerte. “Hice todo lo que tenía que hacer para proteger a mi hija, porque él no la soltaba”, dijo la madre.
La familia tenía dos perros pitbull en casa y uno de ellos mordió a la niña de un año, al parecer por haber cogido un juguete del animal. La abuela, que estaba durmiendo en la habitación, acudió rápidamente ante los gritos y consiguió que uno de los perros soltase a la menor, pero el otro animal no soltaba a la hija, y su madre le dio varias puñaladas.
“Era él o mi hija, así que elegí a mi hija. Hice todo lo que tenía que hacer para proteger a mi hija, porque él no la soltaba, así que tenía que hacerlo. Me siento muy mal, pero tenía que hacerlo”, señaló la madre en USA Today que acudió a su casa por el suceso.
La hija de un año fue trasladada al hospital con la cadera y el hombro derecho fracturados, y también con varias heridas en la pierna. Jamie Morales, la madre de la menor, y Margaret, también sufrieron heridas pero de menor consideración que la niña de un año. Los perros habían estado desde que eran cachorros con la familia y nunca habían tenido ningún problema con ellos.
La familia Morales tenía la costumbre de dejar fuera de casa a los perros, pero ese día les habían dejado entrar porque les acababan de bañar. La alcaldesa de Pico Rivera, Mónica Sánchez, pidió en un comunicado que se le diese la asistencia necesaria a toda la familia.