Brooke Eaton, la madre de Cash, un niño de 2 años que murió en agosto de 2018 al ahogarse accidentalmente en una piscina viajó hasta un hospital de Minnesota para conocer a Lola, la niña que recibió el corazón de su hijo tras fallecer.
La madre no pudo contener la emoción al escuchar los latidos de la pequeña a través de un estetoscopio. Eaton, natural de estado de Illinois, donó los órganos de su hijo a la organización sin fines de lucro de Illinois Gift of Hope Organ and Tissue Donor Network con la esperanza de que se salvaran la vida de otros niños.
El corazón del pequeño fue trasplantado a Lola, una niña de 5 meses que había nacido con una cardiopatía, en el Hospital Masónico de Niños de la Universidad de Minnesota en Minneapolis. Fue este centro el que compartió las imágenes del encuentro entre la madre de Cash y Lola.
"Le encantaba dar a la gente, le encantaba jugar con otros niños, le encantaba compartir, darle algo a Lola y a otros niños es solo parte de quién era, parte de quién es, él todavía está con nosotros", dice Eaton en el vídeo.
"No hay duda de que no tendríamos a Lola si no fuera por el milagro que recibimos de su corazón", dice la abuela de Lola, Margaret Bond Vorel. "Saber que hay otra familia que la ama tanto como nosotros es increíble. Tenemos el resto de su vida celebrarlo".