La demoledora entrevista de Meghan Markle y el príncipe Harrypríncipe Harry para la famosa Oprah Winfrey prometía tener todos los ingredientes para hacer temblar a la familia real británica y no ha defraudado. Desde la difusión de su primera parte, no ha dejado de desencadenar toda una lluvia de titulares en distintos medios de Reino Unido y también internacionales.
Liberada, sin ataduras, y lejos de la presión que sentía desde Buckingham, Meghan no se ha dejado casi nada: ha dicho que, más allá del apoyo del príncipe Harry, se sintió “aislada, solitaria y carente de apoyo”, llegando a manifestar que la presión a la que la sometieron fue tal que tuvo pensamientos suicidas de forma recurrente.
Para la duquesa de Sussex su estancia entre los Windsor fue un calvario acrecentado por una enorme prisión mediática.
La situación fue tal, dice, que llegó a escuchar conversaciones en el seno de la familia real británica en las que se temía lo “oscura que sería la piel de Archie (su primer hijo) cuando naciera”, desvelando así episodios de racismo en la Casa Real británica, afirmando que no le iban a dar un título y, por lo tanto, no iba a tener un equipo de seguridad para mantenerle protegido.
Los duques de Sussex denuncian que se sintieron silenciados y difamados, y el propio Harry reconoce sentirse “decepcionado” con su padre, Carlos de Gales, por no haberle brindado el apoyo que necesitaba.
Fue en este contexto en el que el príncipe Harry decidió, como reveló en una de sus confesiones públicas más sinceras, dar un paso atrás y desvincularse de la familia real británica mudándose con Meghan a Estados Unidos. “Hice lo que cualquier marido y cualquier padre hubiera hecho. Tenía que sacar a mi familia de allí”, manifestó, explicando que sentía la necesidad de proteger a su familia. Y es que el duque de Sussex empezaba a ver ya entonces paralelismos entre lo que les sucedía y lo que le sucedió a su madre fallecida, Lady Di.
Lady Di llegó a Palacio ruborizada, sin haberse visto nunca rodeada de cámaras. No es el caso de Meghan Markle, actriz y dominadora de los focos desde el principio, pero sí guardan algo en común: nunca se sintieron arropadas por Buckingham. Además, para Lady Di, esto último incluía a su propio marido, Carlos de Gales.
En cuanto a Meghan, los besos de hielo de Camilla Parker Bowles, por ejemplo, así como la falta de sintonía con su cuñada, Catalina, eran evidentes desde fuera. Tanto que incluso no duda en apuntar hacia ellas por algunos ataques.
En esta situación, dice el príncipe Harry en la entrevista, lo que estaba viendo es que “se repetía la historia”, todo lo que ocurrió con su madre. Vivía una sensación de déjà vu que hoy comparte buena parte del Reino Unido.
Diana de Gales sufrió bulimia por culpa, según ella, del ninguneo y acoso de la Familia Real británica y de la prensa. Meghan Markle, en este sentido, hoy los acusa de llevarla a pensar en el sucidio. Las dos han construido un relato de libertad personal frente a los rigores del protocolo.
También Lady Di decidió declarar la guerra con una entrevista: “Éramos tres en mi matrimonio. Demasiada gente”, llegó a decir.
El final es ya pasto de libros, series y películas: Diana murió acosada por paparazzis en un accidente de tráfico. La reina se vio obligada a unirse al tributo global hacia ella.
Hoy, Meghan Markle y el príncipe Harry quieren huir de esos paralelismos, y desde Estados Unidos, donde residen, han terminado de destapar la situación asfixiante que vivían en Buckingham, desde donde, por el momento, no han emitido respuesta tras la entrevista.