Kathy Sullivan ha vuelto a hacer historia. Casi 25 años después de convertirse en la primer mujer estadounidense en caminar el espacio, ahora se ha convertido en la primera en llegar a Challenger Deep, el punto más profundo de todos los océanos del planeta Tierra.
Así, Sullivan se ha convertido en la primera persona en lograr ambas cosas en la historia, y la octava en llegar hasta el punto más profundo del oceáno.
El Challenger Deep se encuentra a siete millas de la superficie del Océano Pacífico, unos 11 kilómetros en el interior de la Fosa de las Marianas, como recoge Science Alert.
Para llegar hasta allí, Sullivan y su compañero Vescovo navegaron a bordo de un sumergible durante cerca de 10 horas. Cuatro de esas horas fueron solo para descender los más de 10.000 metros necesarios, y tras llegar al fondo pasaron allí otra hora y media. Para ascender desde esa profundidad fueron necesarias otras cuatro horas.
El 13 de octubre de 1984, Kathy Sullivan realizó la misión STS-41-G Challenger de la NASA, convirtiéndose en la primera mujer estadounidense que realizó una caminata espacial. Junto a ella viajó David Leestma, y juntos realizaron la caminata espacial durante 3 horas y media.
En la misión, que tuvo ocho días de duración, se instaló el Satélite Earth Radiation Budget, y se realizaron numerosos experimentos en la cabina. La STS-41-G llegó a completar 132 órbitas alrededor de la Tierra y volvió a aterrizar en el Centro Espacial Kennedy, Florida.
A pesar de que las capas más profundas del océano se calientan a un ritmo más lento que la superficie, los animales que viven en aguas profundas están más expuestos al calentamiento climático y enfrentarán desafíos cada vez mayores para mantener sus hábitats térmicos preferidos en el futuro.
En un informe publicado en la revista 'Nature Climate Change', un equipo internacional de científicos, dirigido por la Universidad de Queensland, en Australia, con la participación de la Universidad de Hokkaido (Japón), analizó los patrones globales contemporáneos y futuros de la velocidad del cambio climático en las profundidades del océano. Su métrica describe la tasa temporal y la dirección de los cambios de temperatura, como una representación de los posibles cambios de la biota marina en respuesta al calentamiento climático.
A pesar del rápido calentamiento de la superficie, el equipo descubrió que las velocidades climáticas medias globales en las capas más profundas del océano (mayor de 1.000 metros) han sido de 2 a casi 4 veces más rápidas que en la superficie durante la segunda mitad del siglo XX.
Los autores señalan que la mayor homogeneidad térmica del ambiente del océano profundo es responsable de estas velocidades más grandes. Además, aunque se prevé que las velocidades climáticas disminuyan en escenarios que contemplen una fuerte mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero (RCP2.6), continuarán acelerándose en las profundidades del océano.
"Nuestros resultados sugieren que es probable que la biodiversidad de las profundidades del mar esté en mayor riesgo porque se adaptan a entornos térmicos mucho más estables", explica Jorge García Molinos, ecólogo climático del Centro de Investigación del Ártico de la Universidad de Hokkaido, quien contribuyó al estudio.