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Micaela Noemí Colque, una joven de 25 años, se enfrenta a un delito de homicidio agravado por el vínculo después de que el pasado junio su hija, de dos años, muriese en avanzado estado de desnutrición y deshidratación.
Esta joven madre se enfrenta a una pena de cadena perpetua si se confirma que fue la responsable de la muerte de su hija. Los hechos ocurrieron el 22 de junio, cuando la mujer llevó a su hija a un centro de salud del barrio San Francisco Solano, en Buenos Aires, ya fallecida.
La autopsia señaló que la menor sufría un avanzado estado de desnutrición y deshidratación, y que además había recibido golpes por todo el cuerpo. Desde el primer momento saltaron las alarmas y se investigó como un caso de maltrato infantil.
La acusada llegó al hospital asegurando que la pequeña Francesca "se había ahogado mientras comía yogur y galletitas", algo que los informes forenses negaron. La pequeña sufrió una broncoaspiración producto de la falta de alimentos durante varios días.
Tras las primeras investigaciones, la Fiscalía señaló que la mujer "expuso a su hija a una situación de desamparo, en un contexto de desnutrición y deshidratación", según recoge Infobae. Este 28 de abril tendrá que enfrentarse a la posible pena de cadena perpetua a la que podría ser condenada.
A pesar de las denuncias de la abuela paterna de la víctima, que alertó a las autoridades de los malos tratos que esta madre ejercía sobre su hija, la Justicia no intervino en ningún momento y la mujer continuó encerrando a su hija sola en una habitación sin darle de comer ni beber.
Una de esas veces, la mujer se fue durante dos días, dejando a la pequeña encerrada sin agua ni alimento. Al volver la encontró con "dificultades para respirar" y la llevó al centro de salud, donde confirmaron su fallecimiento.
La autopsia de la pequeña reveló que había sufrido malos tratos durante todo un año. Tenía al menos 37 golpes por todo el cuerpo, y apenas pesaba 6 kilos.