La defensa de Weinstein intenta probar con unos 'emails' que las relaciones eran consentidas
Comienzan los argumentos iniciales en el juicio por la violación de dos mujeres
El jurado está formado por cinco mujeres y siete hombres
El exmagnate de Hollywood se enfrenta a cadena perpetua
Tras la compleja selección de los 12 miembros del jurado, este miércoles comienza una etapa clave de este proceso: los primeros argumentos. De las declaraciones de apertura de la defensa de Harvey Weinstein se encargará el abogado Damon Cheronis. Tiene que convencer al jurado de que su cliente es inocente y todas las relaciones sexuales de las que se le acusa fueron consentidas. Para ello pidió ayer al juez la lectura de unos emails personales que calificó de "relevantes y probatorios".
En el caso de la Fiscalía, los argumentos iniciales serán expuestos por la asistente del Fiscal de distrito, Meghan Hast, que se espera que apueste por la línea defendida hasta ahora: que el ex productor de cine es un depredador sexual que abusó y acosó sexualmente a mujeres aprovechándose de su posición social y profesional, por eso pide para él la máxima pena: cadena perpetúa.
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Los emails que Weinstein intercambió con sus acusadoras
Los abogados de Harvey han conseguido una pequeña victoria. El juez Burke dijo sí a la lectura parcial de varios correos electrónicos intercambiados entre Weinstein y las mujeres que le acusan. "Estamos en posesión de docenas y docenas de correos electrónicos entre Harvey Weinstein y las personas que van a venir a esta sala del tribunal y afirman que las agredió sexualmente", explicó Cheronis. "Los correos no pueden ser más relevantes y probatorios porque incluyen declaraciones de los testigos denunciantes en este caso". Un material que se espera que utilicen para desacreditar a las presuntas víctimas del ex magnate ante el jurado.
Por su parte, la Fiscalía ha explicado que mostrará a los miembros del jurado fotos de las seis mujeres que espera llamar a testificar en este caso, entre ellas, la actriz Anabella Sciorra, para que los 12 miembros "puedan organizar en su mente quien testificará y para que puedan comprender y anticipar lo que esas mujeres estarán diciendo", ha remarcado. De momento, solo las partes y el juez conocen los horarios y los días en los que los testigos serán interrogados.
Un jurado imparcial: una de las tareas más complejas
El juez ha dejado claro que lo único que se les permitirá a las partes es "indicar lo que las evidencias van a mostrar" durante sus interrogatorios y exposiciones, pero en ningún caso pueden "hacer alegatos". Es decir, no está permitido lanzar razonamientos y mostrarlos como hechos probados apoyándolos en las evidencias que se presentarán.
Especialmente atentos estarán los 12 miembros del jurado (cinco mujeres y siete hombres) que ya fueron elegidos el viernes pasado. Su selección, y la de sus tres sustitutos, ha sido un proceso tedioso donde los haya, por la dificultad de elegir candidatos imparciales. No se ha dejado nada al azar, ni siquiera el perfil de los elegidos: solo dos mujeres blancas están en el jurado, que es lo que se considera el perfil más anti-Weinstein.
Las advertencias del juez Burke
"Este juicio no es un referéndum sobre el movimiento MeToo. Deben decidir en este caso en base a la evidencia", con esta advertencia iniciaba el juez Burke cada una de las sesiones pasadas.
Cumplir esta indicación no va a ser nada fácil. De los 750 posibles jurados que fueron convocados, más de la mitad señalaron desde el principio que no podían ser objetivos. Otros, a pesar de la posible relación con el acusado, dijeron que sí podían decidir con imparcialidad. Fue el caso de la actriz Gigi Hadid, quien fue citada como posible jurado y dijo que conocía al acusado, pero podía ¨mantener una mente abierta sobre los hechos¨. El juez la descartó.
Queda también en el aire si finalmente se mantendrá como parte del jurado a una mujer que prepara una novela sobre mujeres que lidian con "hombres depredadores". La defensa se ha opuesto a que participe de este proceso.
El mundo entero seguirá este juicio
Weinstein y su equipo han solicitado en varias ocasiones, y sin éxito, el traslado de la causa fuera de la ciudad Nueva York. Alegan que el "ambiente de carnaval" en torno a este proceso, en referencia al aluvión de periodistas y fotógrafos que siguen el caso, no permite garantizar un juicio justo a su cliente.
El juez Burke siempre lo ha denegado argumentando que los periodistas le seguirán allá dónde vaya. Y es que se espera que miles de medios de comunicación llegados de medio mundo sigan este proceso. La convocatoria es tal, que seguramente muchos de nosotros no podamos entrar en la sala cada día. Algunos periodistas ofrecen hasta 20 dólares, unos 18 euros, la hora a quien quiera hacer fila desde las 4.30 de la mañana para guardarles un lugar en primera línea.