Una joven, cuidadora de animales, mutilada tras recibir 800 mordiscos de dos perros: su rostro "quedó colgando"
Dos perros atacaron y, con 800 mordiscos, destrozaron el rostro de Jacqueline Durand, una joven que los cuidaba
Los canes, un pastor alemán y un bóxer pitbull, son propiedad de unos vecinos de la víctima
Jacqueline perdió la nariz, las orejas, los labios, las mejillas y el 30% de la sangre de su cuerpo
A Jacqueline Durand, una joven universitaria, le cambió la vida el pasado mes de diciembre, días antes de Navidad y en vísperas de cumplir 22 años. Durand no pudo festejar su aniversario puesto que se encontraba en un coma inducido tras el ataque de dos perros, pero al menos, como dijo en una entrevista a CBS News, sigue con vida. El suceso ocurrió en Coppell, Texas (Estados Unidos).
Jacqueline trabajaba ocasionalmente en la vivienda de sus vecinos Justin y Ashley Bishop, cuando ellos salían de la ciudad y necesitaban de alguien que cuidara a sus perros, un pastor alemán y un bóxer pitbull. El día de la tragedia, la joven estadounidense se encontró con dos "monstruos".
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Una vez abrió la puerta de la casa, los animales se le abalanzaron y la mordieron al menos 800 veces, principalmente en la cara, dejando su piel colgando, detalla el mismo medio. "Pensé que iba a morir", contó Jacqueline, a quien los perros, llamados Lucy y Bender, le arrancaron la nariz, las orejas, los labios y las mejillas hasta los huesos.
La puerta del domicilio quedó abierta por el ataque de los perros, lo que activó una alarma a la Policía, pero pasaron 37 minutos hasta que pudieron rescatarla y darle atención médica, pues los furiosos canes mantuvieron alejados a los agentes y a los sanitarios.
Jacqueline Durand afrontó una intervención de siete horas tras el ataque
Afortunadamente, un médico logró, a gran velocidad para no ser atacado por los perros, levantarla y sacarla de la casa. Al llegar de urgencia a un centro de traumatología, detectaron que Jacqueline había perdido el 30% de la sangre de su cuerpo.
La víctima pasó siete horas en una mesa de quirófano antes de ser inducida al coma, en el que estuvo una semana. Ahora, aunque poco a poco, se recupera satisfactoriamente y su familia ha interpuesto una demanda contra la familia Bishop.
Su cara está completamente desfigurada y tendrá que enfrentar innumerables cirugías para tratar de recuperar algo de su rostro. De momento, ha recibido injertos de sus glúteos en la frente para comenzar el proceso de reconstrucción.
"Honestamente, estoy sin palabras. Después de cada encuentro que tuve, siempre sentí lo mismo con esos perros. No cambiaron su actitud desde que los conocí hasta el momento en que me atacaron", concluyó la joven.