El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirma que "ha empezado el bombardeo" en el este de Ucrania

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado este jueves que "ha empezado el bombardeo en algunas partes de la frontera" del este de Ucrania, pero ha manifestado que los países de la Unión Europea (UE) no aprobarán las sanciones contra Rusia hasta que "el nivel de intensidad de la agresión lo requiera".

"Hemos tenido noticias sobre una retirada de tropas (rusas), pero no hay evidencia de eso", dijo Borrell después de una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para tratar la tensión en torno a Ucrania, en la que no adoptaron ninguna decisión.

"De lo que tenemos evidencia y estamos muy preocupados es sobre el aumento de los combates y fuertes bombardeos en algunas partes de la frontera, exactamente la parte que yo visité a principios de enero", señaló Borrell, en relación a la visita que llevó a cabo a la línea de contacto en el este de Ucrania.

El jefe de la diplomacia europea también manifestó que "en las últimas horas" han notado "mucha desinformación por parte de Rusia para crear una atmósfera de ataques contra rusos en esta parte de Ucrania". "Y si a eso añadimos que la Duma (la Cámara baja rusa) ha votado pedirle al presidente (Vladimir) Putin reconocer la independencia" de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, "todo el paquete aumenta nuestras preocupaciones", agregó. Por lo que ha confesado que desde la UE están "mucho más preocupados".

La tensión en la zona no ha hecho más que repuntar

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha asegurado que se está registrando fuego desde un tanque en la zona del este de Ucrania. A lo largo de la mañana, la tensión no ha hecho más que aumentar en el este de Ucrania, después de que el Ejército ucraniano acusara a los rebeldes prorrusos de destruir una escuela.

Y es que, durante los últimos meses, Rusia ha desplegado 120.000 efectivos (90 batallones aproximadamente) junto a la frontera del país, incluyendo a Bielorrusia y la península de Crimea, lo que la comunidad internacional ha asumido como una clara declaración de intenciones de "invasión".

Rusia ha rechazado dichas acusaciones y ha acusado a la OTAN de incrementar la actividad militar en la zona. Estados Unidos y otros países han desplegado además refuerzos militares en Europa oriental.