Una veintena de japoneses, feligreses del templo Kanda Myojin de Tokio, han participado este año en el tradicional y particular ritual sintoísta de Año Nuevo.
21 hombres y mujeres que se han sumergido en un baño de agua helada para dar la bienvenida al 2022 en la sexagésimo séptima edición, que se repite el segundo domingo de cada año.
Vistiendo con una cinta en la frente, con el 'fundoshi', la ropa interior tradicional japonesa y este año, también con mascarilla.
Con el agua a siete grados dan la bienvenida al nuevo año en una bañera de agua con hielo en la que se sumergen durante un minuto. Más de 100 personas participaban en el ritual de Año Nuevo antes de la pandemia.
Pero los organizadores del santuario han reducido el evento a solo una veintena desde el año pasado, como parte de las medidas de protección frente al coronavirus. Así purifican sus almas y oran por el fin de la pandemia.