Siguiendo los pasos de Estados Unidos, Japón ha decidido autorizar el uso de remdesivir para tratar a los pacientes enfermos de COVID-19. El antiviral, que originalmente se ha empleado para tratar a los afectados por el ébola, ha sido definido recientemente como un “rayo de esperanza” por la propia Organización Mundial de la Salud tras pronunciarse finalmente al respecto.
Concretamente, fue el presidente de la institución, Mike Ryan, quien se pronunció asegurando: "Damos la bienvenida a los datos recientes sobre las pruebas en Estados Unidos, que dan un rayo de esperanza sobre el uso potencial del medicamento, y estaremos participando en discusiones con la compañía Gilead y ese país para hacer que esta medicina esté disponible de manera más amplia a medida que obtenemos más datos sobre su efectividad".
Ahora, consciente de esos resultados que parecen apuntar hacia una recuperación más rápida de los pacientes con corornavirus, Japón ha “aprobado bajo medidas excepcionales” el uso del retroviral, convirtiéndose así en el segundo país en hacerlo.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ya había anunciado previamente la pasada semana que el país estaba listo para aprobar tratamientos experimentales, y ahora, finalmente, se ha acometido por primera vez una autorización de este tipo para tratar a estos pacientes.
El antiviral, que se administra mediante inyección, ha sido empleado ya en voluntarios de distintos países y, desde la cautela, parece estar dando buenos resultados.
Por otra parte, analizando otros antivirales como el favipiravir, vendido bajo el nombre comercial de Avigan, el Gobierno ha señalado que su objetivo es "poner a aprueba su efectividad este mes" con un ensayo realizado con un centenar de pacientes.
El empleo de este medicamento fue aprobado en Japón en 2014 para tratar los brotes de gripe en caso de que las medicinas convencionales no dieran resultado.
Por el momento, en el país se han registrado ya 15.253 contagios y 556 muertos.