Un informe durísimo del Senado pone contra las cuerdas la gestión del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ante el covid. No parece que haberlo padecido le haya hecho ser más consciente de su gravedad, pese a que sufrió algunas secuelas. La comisión especial instaurada en el Senado de Brasil para investigar la gestión de la pandemia de COVID-19 acusará al presidente, Jair Bolsonaro, de nueve delitos, entre los que destaca crímenes de lesa humanidad.
Según el informe final, recogido por la prensa brasileña, la comisión también le acusará de la presunta comisión de un delito epidémico; de violación de medidas sanitarias preventivas, charlatanería --publicitar una curación por medios secretos o infalibles según el Código Penal brasileño--; prevaricación; empleo irregular de fondos públicos; incitación al delito; falsificación de documentos privados; delito de responsabilidad; y delitos de lesa humanidad --juzgados por el Tribunal Penal Internacional (TPI).
El texto final de la comisión pide 68 acusaciones, entre particulares y empresas. Además de Bolsonaro, la comisión del Senado pide acusar a tres de sus hijos, a ministros, exministros, diputados y empresarios.
Está previsto que la comisión vote el informe el próximo martes. La comisión no tiene poder para denunciar o castigar, pero su informe puede desencadenar la investigación de las instituciones competentes.
Brasil es uno de los países del mundo más castigados por la pandemia de COVID-19, con más de 21,6 millones de personas contagiadas y más de 600.000 fallecidos a causa de la enfermedad. Bolsonaro ha minimizado repetidamente la gravedad de la pandemia, se ha mostrado crítico con la imposición de medidas restrictivas y ha abogado por el tratamiento de la enfermedad con fármacos cuya ineficacia está demostrada por la ciencia.