El último balance del impacto del coronavirus en Italia deja al país rozando los 30.000 muertos por COVID-19 después de que se hayan registrado 274 nuevos decesos en las últimas 24 horas.
La nota positiva es que, pese a que se contabilizan también un total acumulado de 215.000 casos desde el inicio del brote al sumar 1.401 nuevos contagios, los caso activos continúan bajando y han caído ya por debajo de los 90.000 hasta situarse en 89.624, es decir, 1.904 menos que el día anterior, lo cual es un signo valorado con optimismo por las autoridades sanitarias italianas.
De acuerdo a los datos facilitados por Protección Civil, además, el número de personas recuperadas continúa por encima del de enfermos, registrándose un total de 96.276 altas médicas, es decir, 3.031 más que el último día.
Todo ello, en consecuencia, se refleja en una disminución de la presión sobre los hospitales, que prosiguen experimentando día a día un descenso en el número de pacientes. Concretamente, los hospitalizados son un total de 15.174, es decir, 595 pacientes menos, mientras que los ingresados en UCI son 1.311 personas, esto es, 22 menos que la víspera.
Por su parte, 73.139 personas permanecen en aislamiento en sus casas con síntomas leves o asintomáticos.
Con estos datos sobre la mesa, Protección Civil señala que la región que continúa como la más afectada es Lombardía, en el norte de Italia. En el último día ha registrado 689 contagios, lo que eleva la cifra a un total de 80.089, mientras que los fallecidos son 14.745 después de que hayan sumado 134 nuevos decesos.
Mientras tanto, Italia continúa avanzando en la denominada ‘fase 2’ de desescalada mientras las regiones reclaman al Gobierno de Giuseppe Conte tener capacidad de decisión sobre las medidas que se van flexibilizando. Concretamente, piden que se dé vía libre a la apertura de los comercios a partir del próximo lunes 11 de mayo y que, una vez expire la actual orden ejecutiva del 18 de mayo, tengan esa potestad sobre las medidas que se levantan.
En esta línea se han expresado en la conferencia de las regiones celebrada este jueves, tal como ha informado el presidente de Liguria, Giovanni Toti: "por unanimidad se ha aprobado un documento que pide que desde el lunes se pueda reabrir el comercio minorista y que desde el 17 (...) se atribuya a las regiones la responsabilidad de elaborar un calendario completo de reapertura a partir del 18 de mayo".
Del mismo modo, su homólogo de Friuli Venezia Giulia, Massimiliano Fredriga, ha defendido la misma postura: "Personalmente, me parece muy difícil justificar la decisión del Gobierno de permitir la apertura de fábricas de 3.000 empleados e imponer el cierre de una tienda de monederos".
Por su parte, desde la región del Véneto, su presidente, Luca Zaia, asegura que su región está “lista para abrir todo y rápido”. "Véneto pedirá la autonomía para poder proceder a la reapertura lo antes posible", había advertido ya antes de la conferencia de regiones.