Abdulkarim ha indicado en unas declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters que fuentes de Palmira han confirmado que el arco, una de las joyas de la colección de ruinas en la ciudad del oasis, ha sido destruido.
"Es como si hubiera una maldición que ha caído sobre esta ciudad, y sólo espero noticias que nos conmocionen. Si la ciudad sigue en sus manos, está condenada", ha dicho.
"Ahora hay una destrucción sin sentido (...) sus actos de venganza ya no están motivados ideológicamente, porque están destruyendo edificios que no tienen un significado religioso", ha explicado Abdulkarim.
En agosto, los milicianos extremistas destruyeron el templo de Baal Shamin, uno de los mejor preservados. Este mismo mes, el grupo ha destruido algunas de las torres funerarias mejor preservadas.
Palmira era uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que la describió como un punto de encuentro de múltiples civilizaciones.