Irina, una francotiradora rusa con 40 muertes a sus espaldas fue capturada por el ejército ucraniano después de ser abandonada en el campo de batalla. Irina Starikova les dijo a sus captores que la dejaron morir después de ser herida en una batalla con las tropas ucranianas. Según el centro Peacemaker, que investiga los crímenes cometidos por los separatistas rusos en la guerra de Ucrania, tiene 41 años. También tiene dos hijas, de 11 y 9 años. Su imagen es tan brutal y legendaria como la de Wali en el lado ucraniano.
Starikova sirvió con las fuerzas de la región separatista rusa de Donetsk, en el este de Ucrania, que ha estado luchando contra el gobierno en Kiev desde 2014. Su captura fue anunciada por las fuerzas armadas ucranianas. La captura de Starikova también fue confirmada por Giorgi Revishvili, investigador del Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres. Starikova es originaria de Serbia y ha sido perseguida por los ucranianos desde 2014.
Starikova era un francotirador de la 11ª División de Operaciones Especiales Especializadas. Según el centro Peacemaker, ha sido galardonada con la medalla George Cross por su trabajo.
No es la única francotiradora conocida en el terreno. Del lado ucraniano combate Wali, un francotirador canadiense que ya es conocido como el más temible del mundo, y quien decidió responder al llamado del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, por voluntarios. Recientemente desmintió que haya sido abatido, como se había rumorado. “Estoy vivo, como pueden ver, no tengo ni un solo rasguño. Soy prácticamente la última persona en enterarme de mi muerte”, dijo el militar en una videollamada.