Irán ejecuta a un campeón de lucha libre ignorando la presión internacional

  • Navid Akfari había sido condenado a muerte por asesinato

  • Su solicitud de una revisión judicial había sido rechazada

  • Trump había pedido "a los líderes de Irán" que no ejecutaran al joven

Irán ha ejecutado a Navid Akfari, un campeón de lucha libre que había sido condenado a muerte por asesinato, a pesar de las presiones internacionales. El presidente del Tribunal Supremo de la provincia de Fars ha informado de que Afkari ha sido ejecutado este sábado en la prisión de Shiraz en la que estaba encarcelado.

Las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos ya habían advertido el viernes de que la ejecución de Afkari parecía inminente. Según Amnistía Internacional, el condenado hizo una breve llamada telefónica a su familia el 6 de septiembre y pudo decir que estaba recluido en un ala de la prisión de Adelabad, en la ciudad de Shiraz, que cuenta con alta seguridad y duras condiciones, antes de que se cortara la llamada.

Afkari fue arrestado el 17 de septiembre de 2018 y fue condenado a dos penas de muerte por sendos delitos en relación con el asesinato de un agente de inteligencia que tuvo lugar el 2 de agosto de ese mismo año en Shiraz. Sus hermanos Vahid y Habib también han sido condenados a penas de cárcel en relación con este asesinato.

En las últimas semanas, la solicitud del campeón de lucha libre de una revisión judicial de su sentencia de muerte fue rechazada de manera sumaria por el Tribunal Supremo. Así, el 3 de septiembre Afkari fue trasladado del pabellón general por las autoridades penitenciarias a un lugar no revelado después de que una grabación de voz del detenido pidiendo ayuda a la comunidad internacional se difundiera en los medios sociales, provocando una protesta mundial, ha recordado Amnistía.

Entre quienes se han pronunciado sobre el caso figura el presidente estadounidense, Donald Trump, que la semana pasada publicó un mensaje en Twitter dirigido "a los líderes de Irán" a quienes dijo que "apreciaría mucho si ahorraran la vida de este joven y no le ejecutaran".

Dos días después, el 5 de septiembre, la "confesión" forzada de Navid Afkari fue emitida en la televisión estatal "en un vídeo de propaganda que trataba de justificar su sentencia de muerte y desviar la atención de sus graves denuncias de tortura y otros malos tratos".