La orina de vaca se ha convertido en la bebida de moda en la India para combatir el coronavirus, después de que esta semana se prohibieran las reuniones públicas en Nueva Delhi tras las dos primera víctimas mortales por el Covid-19 en el país.
Así, líderes hindúes están invocando el poder de la orina de la madre vaca, morada de los dioses según la tradición hindú, para protegerse de la pandemia. En la sede de la Gran Asamblea Hindú de la India, un partido de la derecha encomendado a salvaguardar la religión y a su comunidad, servía jarras de orina con el letrero "sálvanos". Poco después todos los asistentes comían en el suelo, pasándose la comida mano a mano, contraviniendo cualquier recomendación de la Organización Mundial de la Salud.
"Este coronavirus que se propaga por todo el mundo, debe llamarnos a detener el consumo de carne, a detener la matanza de animales y consumir orina de vaca para matar las infecciones", explica el líder asceta, Swami Chakrapani. En su opinión, "todo los elementos del universo están en la orina de vaca", la madre del universo en la que según el hinduismo habitan 330 millones de dioses, por lo que su sacrifico en legalmente penado en el país.
"Todo estará bien. Vive y deja vivir. Dios reside en cada ser vivo, por lo tanto, todos tienen derecho a vivir", añade Chakrapani, para quien las personas son parte verdadera de la humanidad solo si no ha matando a ningún animal, y "solo entonces no habrá ningún coronavirus". Bajo esta convicción, que sostiene las bases de la medicina tradicional india ayurveda, la vaca es la madre del mundo y "la orina de vaca no es solo orina, sino néctar".
H.S Bhutto Khan, otro líder musulmán presente en la fiesta, cree que la orina de vaca tiene una propiedad que no solo funciona en contra del coronvirus, si no incluso "contra las enfermedades más fatales". Diez años de consumo han acostumbrado a Khan al sabor de la orina, que solo "sabe un poco fuerte", como si bebieras agua salada. Lleva diez años tomando 10 mililitros de orina cada día, lo que le sanó del dengue, y es la única razón por la que a sus 50 años se siente a si mismo fuerte y saludable.
Al mismo tiempo que esa fiesta se llevaba a cabo, el Gobierno nacionalista hindú del primer ministro, Narendra Modi, declaró el brote del coronavirus como "un desastre notificado", un movimiento nacional que describió como de "dispensación extraordinaria" para contener el riesgo que esto representa en un país de 1.250 millones de habitantes. Los riesgos que corre la India para enfrentar una pandemia son de preocupante pronóstico considerando la población del país, la segunda más densa después de China, y en grandes desventajas por los altísimos índices de pobreza, el escaso acceso al sistema de salud, y los bajos niveles de alfabetización. La salvación puede estar en la vaca.