Las condiciones climáticas siguen poniendo en jaque los incendios en Australia. Dadas las altas temperaturas y los incendios sin control, las autoridades del país han instado a la evacuación masiva de algunas poblaciones del sudeste del país.
Este viernes, el Gobierno ha alertado a los residentes de las grandes áreas del noroeste de Victoria, declarado en "estado de desastre", por primera vez en su historia, de que abandonen sus hogares o correrán el riesgo de quedar atrapados por los incendios forestales que asolan esta zona desde Navidad.
Una situación límite en la que toda ayuda es poca. Entre aplausos, han sido recibidos los bomberos de Estados Unidos a su llegada al aeropuerto de Sidney. Unos efectivos muy esperados que durante los próximos días van a luchar en la región de Victoria contra unos terribles incendios que han arrasado ya más de 10 millones de hectáreas y en los que han perdido la vida 24 personas.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha alertado este viernes de que será "un día difícil para los estados del este" y de que todavía está "muy lejos el final de esta crisis".
Morrison, muy criticado por su labor durante los incendios, ha explicado que los barcos permanecerán frente a las costas de Nueva Gales del Sur, preparados en caso de que tengan que evacuar a los habitantes de las distintas poblaciones del estado.
El primer ministro conservador también ha confirmado que tanto la Marina como el Ejército continuarán colaborando en el intento de extinción de los 134 incendios que continúan todavía activos en Nueva Gales del Sur, 53 de ellos sin contener.
Mientras tanto, en Australia del Sur, más de 200 bomberos siguen luchando para contener un incendio fuera de control que ha quemado ya más de un tercio de la Isla Canguro.
Los incendios han provocado ya al menos 24 víctimas mortales y cuatro bomberos más han resultado heridos en los más de 200 incendios de los estados australianos de Nueva Gales del Sur y Victoria, que han arrasado ya tres millones de hectáreas en el último mes.
Además, al menos seis personas siguen desaparecidas en Victoria, donde hay al menos 50 incendios en curso. En Nueva Gales del Sur, las autoridades están intentando despejar un área de 14.000 kilómetros, con cinco "zonas prohibidas".