Desde que Dinamarca, el mayor productor de visones del mundo, hiciese sonar las alarmas al afirmar que sus autoridades sanitarias han detectado una mutación del coronavirus capaz de transmitirse desde estos animales a los seres humanos, el miedo a que una cepa de este tipo pueda poner en riesgo todos los avances en el desarrollo de una vacuna segura y eficaz se multiplica.
“Es necesario matar a todos los visones de Dinamarca”, llegó a decir la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien subrayó, en efecto, que “el virus mutado en el visón puede representar un riesgo para la efectividad de una vacuna futura". Sus palabras, refrendadas también por el primer ministro de Salud del país, Magnus Heunicke, defendiendo que el visón en estos momentos puede ser “una amenaza” y un riesgo para la salud pública, tuvieron como efecto la orden de sacrificar a alrededor de 15 millones de visiones en el país, donde ya se han detectado al menos 214 casos vinculados en su mayoría en la región de Jutlandia Septentrional, donde se encuentran la mayor parte de las granjas dedicada a estos animales. Además, se cree que al menos 12 personas están afectadas por una de las cinco variantes diferentes de infecciones localizadas; la más peligrosa de ellas, la cual aseguran que es capaz de limitar la capacidad del ser humano para crear anticuerpos.
Ante estas conclusiones, y pese a que la OMS y distintas voces de la comunidad científica apuntan que aún no hay suficiente evidencia y falta mucho trabajo al respecto de la cuestión, Reino Unido ya ha decidido implantar acciones, y además de haber impuesto restricciones a la entrada de viajeros procedentes de Dinamarca que no sean residentes británicos, ha dado también orden a los hospitales de que aíslen a los pacientes sospechosos de estar relacionados con el coronavirus de los visones, tal como informa el medio Daily Star.
Concretamente, se ha trasladado el mandato a distintos centros hospitalarias de que los pacientes que han regresado recientemente de Dinamarca sean supervisados en centros especializados para realizarles pruebas genéticas. En una carta del subdirector médico de Inglaterra, Jonathan Van-Tam, remitida a los jefes del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, se piden “medidas inmediatas” ante el temor a que las mutaciones del coronavirus del visón puedan suponer un riesgo para los avances que se están realizando.
Según la Organización Mundial de la Salud, no obstante, “todavía hay que esperar y ver cuáles son las implicaciones”, si bien no creen que se debe llegar aún a “ninguna conclusión sobre si esta mutación particular afectar a la eficacia de la vacuna”. "No tenemos ninguna evidencia en este momento de que lo haría”, manifestó Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS.
Por su parte, en la misma línea, el propio Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, manifestó durante una comparecencia la pasada semana que “ahora mismo, los resultados en visones no son muy claros”.
“No sé si puede ser una mutación diferencial. Mutaciones del virus hay permanentemente. Cada replicación en una persona es un riesgo de una pequeña mutación. Cuando la mutación es importante, puede detectarse si el virus está cambiando de una zona a otra. Igual, se puede detectar variabilidad en su capacidad de transmisión, para más o para menos”, dijo.