Rusia sigue avanzando en su ataque contra Ucrania. Se han intensificado los bombardeos en Kiev y Járkov, y ya son muchas las ciudades ucranianas que están arrasadas por las bombas rusas. En Horodnya, una de las ciudades tomadas por Rusia, el caso de uno de sus habitantes ha conmocionado a la población: ha preferido quitarse la vida a obedecer las órdenes de los rusos.
A pesar de la fortaleza del ejército ruso, está sorprendiendo cómo los civiles y el pueblo ucraniano está tratando de plantar cara a los invasores. En Horodnya, a poco más de 40 kilómetros de la frontera con Rusia y Bielorrusia, sus habitantes trataron con todas sus fuerzas de evitar que los rusos tomaran la ciudad. Así, bloquearon carreteras y pusieron dificultades al ejército de Vladímir Putin, pero no fue suficiente para evitar que ganasen, ya que es uno de los enclaves principales en la ruta de Rusia hacia Kiev.
Tras la invasión rusa, las fuerzas de ocupación eligieron a un hombre para que fuese el alcalde de la ciudad. Por supuesto, debía estar bajo total obediencia de lo que le dictaran desde Moscú. Roman Makas, un destacado hombre de negocios local, fue el elegido para este puesto.
El ucraniano debía convertirse por tanto en un colaborador de los rusos, ya que no podía no obedecer sus órdenes. Una situación límite en la que Roman Makas no quiso participar. Por ello, el pasado viernes se suicidó, porque "prefería morir antes que trabajar para los ocupantes", aseguró Birrell Oleksiy Honcharuk, el exprimer ministro ucraniano que proviene de Horodnya, según Daily Mail.
El exprimer ministro asegura que el suicidio siguió a los intentos fallidos de agentes rusos del Servicio Federal de Seguridad de obligar al alcalde de la ciudad a colaborar: "El alcalde dijo que solo cooperaría si podían mantener la bandera ucraniana", concluyó.