Edward Sibley, oriundo de Nevada, EEUU, había sido acusado inicialmente de un delito grave por abuso de un anciano después de que dejase a su propia madre, de 81 años, en el interior de un vehículo a altas temperaturas durante ocho horas mientras se fue a trabajar.
La mujer “no tenía teléfono móvil, no podía andar, ni conducir y, por tanto, tampoco era capaz de ir en busca de la sombra” para refugiarse del calor extremo en el interior del vehículo, según han relatado las autoridades, citadas por el medio People.
El suceso, concretamente, tuvo lugar en verano de 2020, el 14 de julio. Ese día hacía una temperatura 35,5 grados, pero la temperatura corporal que alcanzó la fallecida, según la policía, llegó a 41.
No obstante, tras ahondar en las investigaciones y con todas las evidencias recabadas, Sibley, finalmente, no irá a la cárcel después de que se haya determinado que en ningún caso hubo intencionalidad ni pretendió hacer daño a su madre. Ambos eran sintecho y dormían habitualmente en el interior del vehículo, informa People.
Además, el hombre le dejó a la madre las llaves para que pudiese encender el aire acondicionado, pero la mujer nunca llegó a hacerlo.
Más allá, Sibley aseguró haber salido a la hora del almuerzo para comprobar cómo estaba su madre, afirmando que, en ese instante, se encontraba bien.
Instantes más tarde, eran dos compañeros de trabajo los que se percataron de que la mujer estaba en el interior del vehículo, sofocada, y llamaron a la ambulancia. Más tarde, ese mismo día, la mujer falleció.
Según el tribunal, todo se produjo por una sucesión de “malas decisiones en muy difíciles circunstancias”. “Había un caso de indigencia y hubo ciertamente intentos por parte de Sibley de atender a su madre, pero las malas decisiones fueron determinantes ese día”. “No había ninguna prueba o evidencia para probar que tenía intención de causar daño”.
De este modo, Sibley, que se ha reconocido culpable de un delito menor de abuso de un anciano, podrá librarse de la prisión, mientras los fiscales recomiendan para él la libertad condicional.