Max Patrick Edwards, un hombre de 21 años denunciado por abusar sexualmente de una niña de 14 años, no irá a prisión porque utilizó preservativo en las relaciones sexuales y la niña "consintió".
Este hombre de Australia conoció a la menor a través de una aplicación. Wink, esta red social, está destinada únicamente a hacer amigos en línea y, si eres menor de edad, su uso se restringe para la franja de 13 a 18 años, por lo que no podrías hablar con nadie mayor. Sin embargo, Max Patrick la aprovechó para intentar ligar con una menor.
Después de estar hablando con la adolescente durante una semana, el joven la invitó a su casa en Marsden, Queensland, el pasado 10 de febrero de 2020. Según recoge la fiscal del Tribunal de Distrito de Beenleigh, comenzaron a besarse y mantuvieron relaciones sexuales.
La madre de la menor insistió en varias ocasiones para que volviese a casa, y el acusado llevó a la adolescente a su domicilio, donde confesó a la mujer lo que había sucedido, según recoge Daily Star.
En un primer momento tras la declaración policial, negó los acontecimientos, pero finalmente se declaró culpable de haber un cargo de "conocimiento carnal de una menor de 16 años". En Queensland, según la Ley del Código Penal, es un delito mantener relaciones sexuales con un menor de 16 años.
A pesar de ello, el juez del Tribunal, Craig Chowdhury no condenó al hombre a ninguna condena, asegurando que el acusado había utilizado preservativo, tenía un trabajo estable, no tenía pasado criminal y la víctima "había consentido" en el momento del suceso.
El hombre acusado de abusar sexualmente de una niña de forma continuada durante los tres años en los que convivió con la menor y su familia en Vigo y Redondela, ha negado todas las acusaciones y ha asegurado que no se quedaba a solas con la niña ni le realizó tocamientos.
En la vista, celebrada este jueves en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, el varón ha negado que pasase mucho tiempo con la niña, que entrase en su habitación de noche, que se desnudase o masturbase delante de ella y que le hiciese tocamientos o viese películas pornográficas con ella.
Según ha explicado, conocía a la madre de la niña "desde pequeños" y se la volvió a encontrar pasados unos años, momento en que ella le presentó a su pareja y a su hija. Un tiempo más tarde, ha indicado, le preguntó a la mujer si le podía acoger en su casa.
Así, el hombre se fue a vivir con la familia primero a la casa de la abuela de la menor, posteriormente a la casa de unos amigos de la madre de la niña, y finalmente de vuelta a la vivienda de la abuela de la menor, de la que ha dicho que se acabó marchando por voluntad propia. "No me echaron", ha mantenido.
En el juicio, que ha sido suspendido hasta el próximo 23 de febrero por problemas técnicos, también ha comparecido la madre de la niña, quien ha sostenido que su hija "no --le-- dijo nada" sobre los supuestos abusos sexuales y que ella no escuchó "ningún ruido raro" ni nunca vio al acusado salir del dormitorio de la niña.
A continuación, ha explicado que el varón fue a vivir con su familia porque les pidió que le acogiesen "porque no tenía dónde vivir". "Dijo que nos iba a pagar; a veces nos daba algo, pero no siempre", ha criticado, añadiendo que en alguna ocasión ella y su marido le llegaron a echar "porque era agobiante y no aportaba nada".
En este sentido, ha descrito al encausado como una persona controladora y agobiante, ya que les preguntaba continuamente sobre dónde estaban y cuándo iban a llegar. Al ser preguntada por el fiscal sobre si podría ser que hiciese esas preguntas para saber dónde estaba la niña, la mujer ha respondido: "Ahora que lo pienso, puede ser".
Pese a negar nuevamente ser conocedora de los supuestos abusos a la niña ni de que pudiera haber entre ambos algún tipo de relación inadecuada, la madre ha reconocido que la niña le comentó en una ocasión que, "jugando con el acusado", él le había tocado una pierna. "La niña dijo que fue jugando", ha alegado la mujer.
La madrina de la niña, prima de la madre, ha indicado que tras tener conocimiento por medio de familiares de supuestos "tocamientos inapropiados" por parte del acusado, llegó a hablar con la asistenta social y a mantener conversaciones con la niña, ya que "su madre no dio la cara".
Así, ha comentado que la niña le dijo que "tenía dudas de si era virgen". "Ella habla de un sangrado raro tras el último día que él se mete en la cama con ella, que es cuando la abuela le echa de casa", ha relatado. Por ese motivo, acudieron a una ginecóloga, quien le dijo "que podía declarar que la niña había sido abusada".