Brutal ataque en la India tras una pedida de mano. Justo cuando el tren llega a la estación, un hombre arrastra a una mujer hacia las vías. La empuja contra el vagón mientras un testigo trata de ayudarla.
La mujer se resiste como puede y afortunadamente el hombre termina por dejarla. Minutos antes, él le había pedido matrimonio y ella lo había rechazado. Esa fue su violenta reacción que casi acaba en tragedia.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido por haber agredido a su pareja - trabajadora del Servicio Riojano de Salud (SERIS)- en Azagra (Navarra). La víctima se encuentra ingresada en estado muy grave en Pamplona, en el Complejo Hospitalario de Navarra.
En el auto, que puede ser recurrido, la jueza imputa al investigado delitos de asesinato -en este momento en grado de tentativa-, violencia doméstica y de género, lesiones y maltrato familiar.
El detenido ha sido puesto a disposición judicial por parte de la Policía Foral. En la comparecencia prevista para la adopción de medidas cautelares, el Ministerio Fiscal ha pedido el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del imputado, una solicitud a la que se ha adherido la acusación particular.
La defensa, por su parte, ha interesado la libertad provisional y, subsidiariamente, prisión eludible bajo fianza de 6.000 euros, ha informado el TSJN.
En la resolución judicial, la magistrada decreta el ingreso en prisión debido al riesgo de fuga por la elevada pena prevista el delito de asesinato -castigado con entre 15 y 25 años de prisión, pena que en el caso de que la víctima sobreviviera se aplicaría en grado de tentativa-, así como para evitar que el investigado pueda volver a atentar contra su pareja.
Según recoge el auto, la pareja se encontraba en trámites de separación. Ente las 11.15 y las 12.05 del sábado, dentro del domicilio que compartían, el presunto agresor cogió un bastón metálico, acudió al dormitorio de su pareja y comenzó a golpearla en la cara y cabeza. Pensando que la había matado, el hombre acudió a la comisaría de la Policía Foral de Estella y dijo a un agente: "Creo que he matado a mi mujer".