Hace 20 años Estados Unidos estaba a punto de vivir uno de los días más trágicos de su historia: los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, que dejaron más de 2.750 víctimas mortales.
Entre las historias de supervivientes de esta tragedia está la de Shumi Brody, una joven que tenía solo 22 años cuando ocurrieron los hechos. La mujer, que vivía además su primer día de trabajo, narra ahora la confusión que había entre las víctimas de los atentados cuando ocurrió el trágico choque de los aviones.
Shumi fue una de las pocas afortunadas que logró escapar del ataque terrorista. Cuando ocurrieron los hechos, se encontraba en el piso 44, esperando al ascensor para subir al piso 56. Afortunadamente, su ascensor nunca llegó y por ello no pudo subir, algo que hubiese sido mortal.
La joven siguió a un hombre hasta la escalera de emergencia, donde más gente se encontraba bajando tratando de averiguar qué estaba pasando. Como ninguno de ellos podía revisar sus teléfonos, no sabían la magnitud de los hechos.
Cuando se encontraba bajando las escaleras, tropezó y cayó. Un bombero la levantó y le animó para seguir bajando, con calma, pero sin parar. En ese momento comenzó a entender la gravedad de la situación.
"Inicialmente pensamos que había un incendio en la cocina", asegura la mujer, según recoge Daily Mail. En el piso 45 había una cafetería, por lo que muchos creyeron que se trataba de una explosión en la cocina que provocó ese estruendo.
"Fue uno de los días más oscuros que jamás conoceré", asegura. Por suerte, ella fue una de las supervivientes del ataque terrorista que acabó con la vida de cerca de 3.000 personas hace ya 20 años.
Las autoridades forenses de Nueva York han informado de que han sido identificadas veinte años después otras dos víctimas del atentado del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas.
La Oficina Forense de Nueva York ha identificado a Dorothy Morgan, una empleada de seguros de la ciudad de Hempstead, y un hombre, cuyos familiares han pedido guardar el anonimato como las víctimas mortales número 1.646 y 1.647 del ataque terrorista que costó la vida a 2.753 personas.
"Hace veinte años, hicimos la promesa a las familias de las víctimas del World Trade Center de hacer lo que sea necesario durante el tiempo que fuera preciso para identificar a sus seres queridos, y con estas dos nuevas, continuamos cumpliendo con esa sagrada obligación sagrada", ha destacado la directora forense de la ciudad de Nueva York, la doctora Barbara A. Sampson, en un comunicado.
"No importa cuánto tiempo pase desde el 11 de septiembre de 2001, nunca lo olvidaremos, y nos comprometemos a utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos de que todos los que desaparecieron puedan reunirse con sus familias", ha subrayado.