Ian H. McBeth, Paul Clyde y Rick A. De Morgan eran los tres héroes que murieron estrellados en una avioneta en Australia mientras intentaban apagar los fuegos que durante meses han arrasado el país.
Los tres bomberos procedían de una dotación de Estados Unidos que acudió a Australia para ayudar en las extinciones de las llamas, según informa NBCNews.
McBeth, de 44 años, era un piloto C-130 altamente calificado que tenía una esposa y tres hijos. También sirvió con la Guardia Nacional Aérea de Wyoming y fue miembro de la Guardia Nacional Aérea de Montana.
Hudson, de 42 años, tenía esposa. Sirvió 20 años en el Cuerpo de Marines, durante el cual fue piloto del C-130.
DeMorgan, de 43 años, que tenía dos hijos, sirvió en la Fuerza Aérea y tenía 18 años como ingeniero de vuelo C-130.
Estos tres bomberos se suman a la casi treintena de trabajadores que han fallecido intentando apagar las llamas que han convertido a Australia en kilómetros de parajes quemados, miles de animales muertos y centenas de personas desalojadas de sus viviendas.