Greta Thunberg ha vuelto a ser llamada para participar en la XXV Cumbre del Clima de Chile. La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, se ha puesto en contacto con personas “cercanas” a la joven activista sueca, para tratar de “facilitar su asistencia”. Pero su participación podría realizarse de forma remota.
La joven activista que se encontraba este verano atravesando el Atlántico en el barco ecológico del príncipe de Mónaco, Pierre Casiraghi. Llegó a principios de septiembre a Nueva York (EEUU) para participar en la Cumbre de Acción Climática de la ONU.
A partir de ahí comenzó a recorrer Canadá y varias ciudades de Estados Unidos, participando en las diferentes manifestaciones para combatir el clima, y fomentar este tipo de movimiento que ella misma ha impulsado en menos de un año. Con ello ha conseguido llegar a los principales líderes políticos para frenar el cambio climático.
El trasladado de la COP desde Santiago de Chile hacía Madrid ha provocado un cambio de planes para la activista que preveía asistir a la XXV COP. Por ello Greta solicitó ayuda a través de la red social Twitter para llegar a tiempo a España y por ello la ministra para la Transición Ecológica reacciono intentando de solucionar su problema.
Este marte durante una comparecencia ha explicado con detalle que “el Gobierno ha mantenido "contacto" con las personas cercanas a Greta para tratar de solucionar su problema con los transportes”. El viaje deberá hacerlo en barco ya que Greta jamás viaja en avión debido a los contaminantes que este medio expulsa.
Ribera ha explicado que en esta época el Atlántico norte "no es muy fácil de atravesar", por lo que aunque no ha descartado la presencia de Thunberg en Madrid, ha abierto la puerta a que la joven no acuda, ante el escaso margen de tiempo, ya que apenas faltan tres semanas para el comienzo. "El problema de Greta no es de financiación, sino de modos de transporte", ha insistido.
Por ello, Ribera ha añadido que se facilitará la participación de la activista en la COP25 pero no se asegura la presencia física de la misma, si no de manera remota, a través de videoconferencia.