Sin abandonar el cartel con el lema "huelga escolar por el clima" con el que se daba a conocer hace un año en sus sentadas ante el Parlamento sueco. Greta Thunberg ya surca el océano Atlántico a bordo del catamarán Le Vagabonde. Donde aprende a hacer nudos marineros con estos navegantes del siglo XXI.
Una pareja de influencers australianos que, junto a su bebé de once meses, recorren los mares del planeta. El viaje deseado por Greta, el menos contaminante posible, hasta la cumbre del clima en Madrid. Por delante, más de 20 días para llegar a tiempo. Unas 4 mil millas, 6.000 kilómetros de viaje con una tripulación que vive de donativos, de sus redes sociales y del merchandising online.
Aprendieron a navegar, dicen, hace solo cinco años y, aunque esta vez cuentan con una tripulante profesional británica en su equipo, no dejan de acumular críticas de expertos por el riesgo de su nueva aventura, con múltiples borrascas y fuerte viento en contra. De momento, a los esperados problemas meteorológicos, suman ya la indisposición durante los primeros días de la joven heroína ecologista. Con un puerto de destino por confirmar entre Portugal y Galicia, en España.