El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se unió a la preocupación mundial sobre los incendios de la Amazoníay afirmó que sería introducido como tema de discusión en la cumbre del G7, celebrada entre el 24 y 26 de agosto de 2019.
“Nuestra casa arde. Literalmente. El Amazonas, el pulmón de nuestro planeta que produce el 20 % de nuestro oxígeno está ardiendo. Es una crisis internacional. Miembros del G7, nos vemos en dos días para hablar de esta urgencia” escribía el presidente francés en su cuenta personal de Twitter.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha tildado de "mentalidad colonialista" la actitud del francés por incluir asuntos amazónicos en la discusión del G7 sin la participación de los países de la región. Además, Bolsonaro ha lamentado que Macron intente instrumentalizar una tragedia ecológica para obtener rédito político personal y añadía que cuando los países dan dinero para preservar la serla amazónica lo hacen para "interferir en su soberanía".
El ministro de la Presidencia de Brasil, Onyx Lorenzoni, decía: "No podemos ser ingenuos. Los europeos aprovechan el asunto del medio ambiente para imponer barreras al crecimiento y al comercio brasileño".
Macron advirtió que la ratificación de los acuerdos de libre comercio entre la Unión Europea y MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) estarían condicionados al cumplimiento de todos los compromisos ambientales.
Al mismo tiempo el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, advirtió que si Brasil no muestra un mayor compromiso en la protección del Amazonas, intentará bloquear este acuerdo.
El Gobierno de Irlanda actualmente se encuentra presionado por los productores de carne de vacuno, que temen que si se aprueba el acuerdo con MERCOSUR les perjudique los bajos precios de los productos sudamericanos, cuya situación ya era tensa pro las consecuencias del Brexit en el precio de las carnes irlandesas.
Por tanto, el primer ministro considera que no se puede exigir a los granjeros europeos unas normas como la reducción de pesticidas y fertilizante si en Brasil no se atienda a la urgencia ecológica o no cumple con sus obligaciones medioambientales.
Bolsonaro, ha negado la culpabilidad de las ONG ambientales, cuyas últimas declaraciones apuntaban hacia ellas como las causantes de los incendios, achacándolo a declaraciones nacidas de su propia desconfianza. También ha acusado por primera vez a los agricultores, de todas formas, ha afirmado que el Gobierno de Brasil se encuentra investigando los fuegos que devastan la Amazonía.
Además, durante un discurso transmitido por Facebook ha declarado que el Gobierno carece de los recursos necesarios para luchar contra los incendios que asolan la selva amazónica.