El Gobierno británico ha pedido a Francia que adopte medidas más duras para evitar que los migrantes crucen el Canal de la Mancha, según ha solicitado el secretario de Estado de Interior y Justicia, Chris Philp, en un editorial para el 'Daily Telegraph'.
En su opinión, París debería evitar los intentos repetidos de cruzar el canal, que se enfrentan a "verdaderas consecuencias" como el encarcelamiento o la deportación.
Su llamada llega pocos días después de que Reino Unido registrara un récord de cruces ilegales del Canal de la Mancha. El jueves, llegaron al menos 235 personas en 17 pequeñas embarcaciones.
Unas 1.000 personas cruzaron a Reino Unido en el mes de julio, muchas de ellas de Eritrea, Irak, Irán y Siria. La mayoría fueron recogidas por los guardacostas británicos.
La ministra del Interior británica, Priti Patel, se hizo eco de su llamado en una serie de tuits. "Sé que cuando los británicos dicen que quieren recuperar el control de nuestras fronteras, eso es exactamente lo que quieren decir".
De hecho, el Ministerio del Interior ha confirmado que está considerando el uso de buques de guerra para estos desplazamientos, aunque el Ministerio de Defensa ha rechazado de manera extraoficial la idea por "inapropiada e innecesaria" y dijo que "los recursos militares no deben utilizarse para abordar errores políticas".
"Es más que absurdo pensar que deberíamos estar desplegando barcos de varios millones de libras y soldados de élite para lidiar con personas desesperadas", según un informe de Defensa recogido por Press Association.
La Red Solidaria de Acogida ha analizado la situación de las personas migrantes durante la pandemia en puntos como México, los Balcanes, Grecia, Libia, el mar Mediterráneo, Marruecos, Melilla o el Estado español.
"En estos tiempos estamos experimentando algo inédito: la limitación de la movilidad. Pero, ¿y las personas que siempre se encuentran con muros y fronteras cerradas?", se pregunta la organización, que organizó recientemente un encuentro virtual entre diferentes agentes sociales para poner el foco en cómo viven estos tiempos de pandemia las personas migrantes "bloqueadas" en fronteras.
En México, la Red Solidaria de Acogida ha asegurado que, hasta mayo, se han recogido un 90 por ciento menos de solicitudes de asilo por las restricciones fronterizas implementadas en Centroamérica debido a las medidas de control sanitario por el Covid-19.
En este sentido, ha añadido que al principio de la pandemia miles de personas estaban detenidas en estaciones migratorias "de las que no se sabía los contagios".
Por ello, el Gobierno mexicano decidió otorgar una visa temporal a estas personas detenidas o la posibilidad de ser transportadas hasta la frontera sur (México-Guatemala) para que regresen a sus países de origen (Guatemala, Honduras y El Salvador).
"Pero, al estar la frontera cerrada por el Covid, solo estaban autorizados a cruzar los guatemaltecos", ha dicho la organización, destacando que la violencia y la persecución "no desaparecieron con el Covid-19".
Para la Red, la situación en los Balcanes es "de verdadera emergencia humanitaria": a partir de marzo de 2016, esta ruta se declaró oficialmente cerrada, sobre la base del, a su juicio, "controvertido" acuerdo turco-europeo, que establece que Turquía "maneje a casi 4 millones de solicitantes de asilo en su territorio, a cambio de 6 mil millones de euros pagados por la UE y de una aceleración en las negociaciones relacionadas con la entrada en Europa".