Elisha Nochomovitz ya es un héroe para muchos. Este francés de 32 años se ha convertido en un claro ejemplo de que, si se quiere entrenar y no perder la forma en la cuarentena, se puede hacer. A este hombre no le frena ni el coronavirus.
Vive en Toulouse, y cansado de no poder correr, se decidió a completar una maratón en el balcón de su apartamento, de siete metros de largo.
Para completar los 42,2 kilómetros de la maratón, tuvo que hacer unas 6.000 idas y vueltas, para finalizar con un tiempo de 6 horas y 48 minutos en el que no fue el primer maratón de su vida.
"Pude vencer el aburrimiento. Compartí mi carrera con los que me siguen en las redes y sus palabras de ánimo me ayudaron mucho. Fue divertido", explicó el corredor.
"Me dije que si ellos siguen mi desafío, eso podría ayudarles a reírse y olvidar de su duro combate", finalizó. Además, comunicó su intención de volver a repetir el reto para tratar de superarse.