La última locura: jóvenes de EEUU organizan las fiestas del coronavirus donde el primero que se contagie recibe un premio
Es la última moda que indigna a las autoridades americanas: las fiestas del coronavirus, donde el premio es contagiarse
EEUU no puede contra el coronavirus. La escalada de casos no parece tener fin en un país donde el presidente se resiste a ponerse mascarilla y ha infravalorado desde siempre el virus. A eso se ha sumado el desinterés de parte de los jóvenes que se consideran inmunes. Casi 50.000 nuevos casos en 24 horas hanb hecho que muchos estados tengan que dar marcha atrás a sus planes de apertura. Incluso se ha prohibido en algunos Estados como Texas el consumo de alcohol en los bares. Pero lo último que nos llega de EEUU es una moda más que preocupante. Se trata de las fiestas del coronavirus, en la que el premio se lo lleva el primero que resulta contagiado tras esta.
Algunos jóvenes en Alabama (EE UU), concretamente en la ciudad de Tuscaloosa, de hecho, están organizando fiestas de coronavirus, una extraña competición a la que acuden personas con Covid-19 y donde la primera persona que se infecta recibe un premio, según informa CNN.
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Con estos encuentros con música y bebida, como una fiesta al uso, los jóvenes pretenden contraer la enfermedad con la pretensión de hacerse inmunes a ella en el futuro, un extremo que ni siquiera la Organización Mundial de la Salud (OMS) da por demostrado y no descarta que una persona que haya pasado la enfermedad, pueda volver a contagiarse una segunda vez. De hecho, todavía se siguen realzando estudios sobre la posible inmunidad de los infectados, pero hasta el momento no se han obtenido pruebas concluyentes sobre tal extremo.
La concejala del ayuntamiento de Tuscaloosa, Sonya McKinstry, cuenta que en un primer momento creyeron que se trataba solo de rumores, pero, según investigaciones médicas y del propio estado de Alabama, confirmaron que estas fiestas se estaban produciendo. La primera persona que acuda a un médico y se le confirme la infección, recibe el dinero recaudado con la venta de tickets. En las últimas semanas ha habido varias fiestas de este tipo en la ciudad y en sus alrededores, pero estiman que hay muchas más de las que no tienen constancia. En España las fiestas y los botellones también están provocando rebrotes aunque no consten este tipo de fiestas todavía, aunque ya sabemos que todo lo que ocurre en EEUU se extiende.
McKinstry declara estar "furiosa" por estas prácticas. "Me pone furiosa el hecho de que algo tan grave y mortal sea tomado de esta forma. No solo es irresponsable, también puedes contraer el virus y llevarlo a casa con tus padres o tus abuelos".
La ciudad está trabajando para que corra la voz y se pueda acabar con estas fiestas. También ha aprobado un nuevo reglamento al respecto que entrará en vigor el próximo lunes. "Esto no es político. Este es un problema de salud pública. La gente está muriendo y no hay cura. Tenemos que hacer todo lo posible para salvar tantas vidas como sea posible", declaró McKinstry. Según el Departamento de Salud de Alabama, por el momento el estado registra 39.000 casos confirmados y casi 1.000 fallecimientos debido a la pandemia por coronavirus.
El condado de Walla Walla también apuesta por este tipo de reuniones, según han comunicado autoridades del condado y que relacionan con el aumento de contagios en la zona, donde se han registrado casi 100 positivos en las últimas horas.
Meghan DeBolt, directora de salud comunitaria de Walla Walla, criticó esta ocurrencia y desveló que tuvieron conocimiento de esta incomprensible práctica por el testimonio de un paciente que al ser preguntado por sus últimos contactos confesó que "había estado en una fiesta de coronavirus con 25 personas más".
Una moda loca y absurda cuando el virus se extiende como la pólvora, Miami Beach da marcha atrás y ha decidido imponer de nuevo el toque de queda y el uso obligatorio de la mascarilla. Recomendable es en Arizona, el estado más golpeado en las últimas semanas, que pide a sus ciudadanos permanecer en casa en la medida de lo posible. La vida social aquí quedará paralizada los próximos 30 días.
Nueva York no quiere dar un paso en falso y ha decidido mantener sólo abiertas las terrazas y no el interior de los bares y restaurantes, que estaba previsto que reabrieran el 6 de julio. Trump resta importancia a la enfermedad, al tiempo que sigue sin considerar obligatorias las mascarillas. Cuyo uso en España e Italia, junto al liderazgo y la colaboración de la sociedad, según la OMS han sido claves para dejar de estar en el epicentro de la pandemia, donde ahora se sitúa el continente americano. Pero remdesivir, eso sí, que no falta. EEUU lo quiere acaparar todo. Al ritmo que va el virus y con este tipo de fiestas locas no será bastante.